"Uno como persona debe mostrarse fuerte ante los demás, nunca demostrar tu debilidad ante ellos, porque así lo usaran contra ti y seguirán lastimándote como lo hacen"
Mi abuela siempre me decía eso. Y yo en su momento no le tomaba importancia, pero cuánta razón hay en esas simples palabras.
Aunque, es fácil decirlo, pero cuando estas en esta posición donde te dicen o juzgan tu físico, es difícil poner en practica esas palabras.
Un momento de burla, representa una vida de inseguridades.
Me limpio bruscamente las lágrimas que descienden en mi rostro, mientras me miro en el espejo y observo mis delgados brazos.
Sé que esa joven tiene razón, pero también me sorprendió que por primera vez, una persona que no sea de mi círculo cercano me haya defendido ante esos comentarios.
Miro por un momento la mesita que está al frente del espejo, donde se encuentra unas tijeras y las agarro.
Coloco las tijeras en mi muñeca y cierro los ojos provocando que gotas saladas se deslicen por mi rostro, al igual que muerdo mis labios para ocultar mis jadeos.
Y recuerdo la primera vez que intente hacer esto; esa vez salía con Axel, donde él iniciaba las burlas hacia mí frente sus amigos. Aunque me reía con ellos y me burlaba de mi misma, por dentro quería salir corriendo y encerrarme en mi habitación.
Pero cuando llegue a mi casa, me encerré en el baño y lo intenté, más no lo hice, porque el rostro de mi abuela apareció y desistí.
Pero ahora que ya no la tengo, ¿Qué más da si lo hago?
Sin embrago, unos ojos azules invaden mi mente.
Esos ojos azules que vi por primera vez en el parque.
Esos ojos que me miraron de manera curiosa el día del McDonald
Y esos ojos que me miran como la persona más hermosa del mundo.
»Duele« y esta estúpida idea que se me había cruzado en la mente, porque sí. Si una vez el rostro de mi abuela me lo había impedido, esta vez fueron esos ojos que me trasmiten paz y calma.
Porque estoy empezando a tener sentimientos hacia él, porque me gusta la forma en la que me mira y me encanta esa risa que siempre tiene y que una vez odié.
Sin embargo, tengo miedo, mucho miedo a que me hagan daño. Miedo que me utilice como lo hizo Axel.
Por ello, siempre me muestro a la defensiva cuando él está conmigo; cuando por dentro quiero gritarle mil y unas cosas, pero siempre me limito a responderle con una sonrisa.
Abro los ojos soltando las tijeras »no lo haré« y cuando alzo la mirada, unos ojos azules me miran a través del espejo, con una expresión de miedo.
—No lo hagas, por favor... no —musita.
Su voz. Esa voz provoca que vuelva a jadear.
Giro a la puerta del baño donde lo veo a él, ahí de pie con la respiración agitada y el cabello revuelto.
—No te hagas daño, no dejes que esos comentarios te afecten —menciona, intercambiando la mirada entre mis ojos y mis manos, para asegurarse que no me hice nada.
—Lo intento, juro que lo hago, pero... pero no pu-puedo.
Cautelosamente camina hacia mí, pero yo no me muevo, me quedo estática con la respiración descontrolada.
—Le prometí que sería fuerte y no lo he hecho —vuelvo a hablar.
—Lo harás, serás fuerte. Ahora te lo prometo yo —murmura acercándose más a mí y me extiende la mano, la cual recibo después de dudar unos segundos.
Él me abraza de manera delicada y yo rompo en llanto.
Soy tan débil, tan inútil que necesito de que aferrarme para no hacer alguna idiotez.
Juntos caemos al suelo donde mi cabeza queda en su pecho mientras él soba mi cabello y murmura una canción que es inaudible para mí, pero logro captar una estrofa.
Do you know that there is still a chance for you?
Because there is a spark in you
You just have to turn on the light and let it shine.
Reconozco esa canción, es de Katy Perry y con esas líneas solo provoca que mis lágrimas se multipliquen.
No puedo creer que con esas palabras me sienta de esa forma y mucho menos que con esa estrofa, Asher la haya cantado y sé que es dirigida para mí.
—No dejes que eso te afecte —empieza, mientras mueve su mano por mi espalda—. Eres hermosa así como eres, eres perfecta y si te duele que te digan eso, solo alza la cabeza y nunca la bajes, nunca le demuestres que dichas palabras te han afectado, porque seguirán jodiendote y tú seguirás intentando dañarte.
Ella también me lo decía y sé que si no pongo de mi parte nunca podre ser feliz, nunca podré salir de este hueco donde he estado desde antes de su muerte, pero que me he estancado desde que murió.
Y por ella, por él y principalmente por mí cambiaré, pero para ser mejor de lo que ya soy.
—Gracias por no dejar que me hunda más de lo que ya estoy —murmuro con el corazón en las manos.
Porque a pesar de solo llevar poco tiempo de conocerlo, se ha vuelto en la persona que no quiero que se vaya nunca de mi lado.
En cambio, él con sus manos grandes, agarra mi rostro para así poder mirarme y puedo ver en sus ojos con ese brillo que siempre carga cuando me mira.
Y por inercia sonrío. Si sus ojos me trasmite esa alegría y esta protección que siento en estos momentos, no me quiero imaginar cuando este con él siempre.
—Estaré siempre para ti y te sacaré de esa oscuridad donde estas ahora mismo, muñeca —masculla, acomodando su mano y acercando su rostro al mío, quedando, frente con frente—. Te quiero, Hannah —y con eso me besa.
Con esas palabras que provocaron estremecerme, pero de emoción, porque yo también lo quiero.
El beso se lo correspondo sin protestar. Y es un beso cargado de sentimientos, uno tierno, uno donde me dice miles de cosas. Un beso sin necesidad de ser rudo ni morboso.
Enredo mis dedos en su cabello largo, pegándome más a su cuerpo en busca de su calor; y él coloca una mano en mi cintura ayudándome a pegarme a él, así quedando sobre su regazo.
Nos separamos un momento en busca de oxígeno y nos miramos por unos segundos, donde sus ojos están visiblemente dilatados, hasta que él me da un corto beso donde los dos reímos para volver a sepáranos.
—Yo también te quiero, Asher.
Creo que son esas palabras, esas simples palabras, pero con gran significado pude provocar que el brillo de sus ojos se intensificarán y que una gran sonrisa haya aparecido en su rostro marcando sus profundos hoyuelos.
Realmente lo quiero y no me arrepiento de haberlo dicho.
●●●●
Nunca dejemos que los malos comentarios provoquen que nos hagamos daños. Seas alta, baja, delgada o rellenita, son hermosxs tal como son, porque sí, queridos lectores. Aquí vemos a una Hannah dañada por esos comentarios de burla, cuando en realidad a los hombres también les creamos inseguridades.
No más burlas por nuestro cuerpo y ayudémonos unos a otros sin importar su creencia, su sexualidad porque todos somos iguales.
Todos necesitamos quien nos saque de ese hueco de inseguridades, así como Asher lo está intentando con Hannah.
Bye y los quiero.

ESTÁS LEYENDO
Todo lo que fuimos sin etiquetas [EDITANDO]
RomanceHannah Spencer es una joven solitaria, ya que su única familia acaba de morir, la cual le dejo un gran vacío de Soledad. Pero antes de eso ella tenía una relación formal, pero no funcionó. Él sólo la utilizó y denigró enfrente de todos sus amigos en...