8. Hannah

111 19 3
                                    


ASHER JONES


Recuerdo sus ojos llorosos, su jadeo de dolor y aunque quiera saber que la daño tanto no logro encontrar una justificación a su dolor.

Ayer después que se marchó me quedé de pie observando sus movimientos, solo le hice una pregunta y sus ojos se habían humedecido.

¿Qué fue lo que te daño tanto Hannah?

Es una chica hermosa, ojos café oscuro y cabello castaño oscuro. De cuerpo delgado y pocas curvas, pero es perfecta.

Su voz tan fría y distante.

La observe desde que llegue al McDonald's ya que se me hacía conocida y en momentos veía como se limpiaba la parte baja de sus ojos.

Estaba conteniéndose a llorar, ¿pero por qué?

Cuando me acerco a ella estaba un poco nervioso al ver si me recordaba y cuando dijo "no" no negaré un puntazo de decepción, pero después vi que estaba tratando de que me fuera rápido de ahí.

Sin embargo, seguí insistiendo.

Creo que me pase un poco siguiéndola o presionándola, pero quiero conocerla.

Salgo de la habitación para hablar con mamá sobre lo que sucedió.

Yo regresé a este estado después de estar estudiando en otro y mamá siempre ha vivido aquí, tal vez ella sepa algo.

La veo viendo televisor en su habitación, al parecer papá no ha llegado.

Toco la puerta con los nudillos para avisarle mi llegada.

—¿Puedo pasar?

Asiente con la cabeza acomodándose en la cama mientras me acerco y me siento en la orilla de la misma.

—¿Sucede algo? —pregunta preocupada.

—No, solo quiero preguntarte algo.

—Dime.

Respiro hondo.

—¿Conoces a una chica llamada Hannah?

Veo como frunce el ceño para luego abrir sus ojos en grandes

—Ui, estas interesado en alguna muchacha.

Ruedo los ojos

—Si..., digo no, solo es curiosidad.

Entrecierra los ojos.

—Tal vez, conozco a muchas Hannah. Descríbela.

Veo como se muerde los labios tratando de contener la risa.

—Es delgada, estatura promedio, cabello castaño oscuro y ojos café, trabaja en el McDonald's y su voz es fría, bueno a mí me hablo en ese tono, con los clientes su voz es más delicada. Siempre se la pasa triste...

Me golpea con la almohada.

—¡Aush!

Suelta una carcajada ¿Amá estas bien?

—Y solo es curiosidad, no me quiero imaginar si de verdad estuvieras interesado —habla cuando pudo controlar la risa.

—Ash.

—Okey me calmo, pero tenías que ver tu rostro mientas la describías ¡Te brillaron los ojitos! —forma un puchero.

Niego con la cabeza.

Está bien, si me interesa, pero ya pues.

—Ya modo serio —dice, pero se vuelve a reír —Ya ,ya. Primero, muy poco voy al McDonald's y solo conozco a dos Hannah jóvenes, obviamente, pero no me sé sus apellidos, tal vez si la vea pueda reconocerla.

Todo lo que fuimos sin etiquetas [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora