9. Quiero conocerte

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Hannah Spencer 


Una semana ha pasado desde que la señora Jones fue al restaurante, fue inesperado ver a Asher con ella, no sabía que era su hijo.

Si sabía que tenía uno, pero nunca lo llegué a conocer, ya que mi abuela cuando iba, iba sola. Me daba flojera ir.

Pero la señora Danna venía a visitarnos y era o es muy amable conmigo.

En cuanto a Asher, es muy guapo.

Alto, fornido y su voz es dulce. Tiene unos preciosos ojos y su cabello es largo, y muy lindo.

No me he vuelto a topar con él y eso es bueno, no quiero tener ningún contacto con algún hombre después de lo que sucedió con Axel.

Tal vez exagero, pero es lo que prefiero.

No llegué a cerrar una herida cuando se abrió otra, pero esta vez fue una más grande, una difícil de sanar.

Una que no quiero sanar.

Porque no la quiero olvidar, no quiero olvidar sus recuerdos.

No me considero una persona fuerte sino débil, porque si fuese fuerte podría superar esto y me siento lejos de superarlo.

Paso los dedos en la foto donde estamos nosotras dos en una de las banca del parque con un helado, ese día le tuve que pedir a una joven que nos tomara la foto y al día siguiente la revele y la pusimos en la sala.

Una lágrima cae en la foto y la limpio rápido.

—Lo estoy intentado —susurro —Pero es tan difícil hacerlo —se quiebra mi voz.

No es fácil levantarme todos los días y seguir como si nada cuando ella ya no está aquí.., aquí conmigo.

Ella me preparo para la vida, pero no para vivirla sin ella.

—Te extra...

No termino cuando escucho como tocan a la puerta.

¿Quién será?

Me limpio el rostro lo más rápido que puedo mientras salgo de la habitación para abrir la puerta.

La abro y...

¿Qué demonios?

Mi ceño se frunce automáticamente.

Carraspeo antes de hablar.

—¿Qué haces aquí?

Veo como se mete las manos en el bolsillo delantero.

—Quería conversar contigo.

De seguro su madre le dio la dirección.

Cruzándome de brazos digo —No tenemos nada de que hablar.

Y el atrevido entra.

Estúpido.

Camino detrás de él y lo veo observando todo a su alrededor y yo miro su parte trasera.

Buen trasero tiene el idiota.

—Pueda que tengas razón, pero yo quiero conocerte.

Se gira para mirarme.

—Pues yo no quiero conocerte.

Enarca una ceja y lo imito.

—Te ves hermosa enojada.

Abro los ojos lo más que puedo.

Eso fue inesperado de su parte.

Él necesita lentes urgentes.

—Creo que deberías ir a que te revisen los ojos.

Me dedica una mirada confusa y ruedo los ojos.

Me esta mirando por mucho tiempo y eso logra ponerme nerviosa, así que bajo la cabeza mirando mis dedos.

Que lindos dedos tengo. Debería pintármelo de rojo.

Cállate.

No.

Ash ya estoy hablando estupideces conmigo misma.

—Hey —me tenso, cuando me agarra de la barbilla para que lo mire —No digas eso ¿sí? —con su pulgar acaricia mi barbilla ladeando la cabeza con una sonrisa en su rostro —Eres hermosa, muy hermosa, te he visto distraída, enojada y en realidad en todas las facetas te ves hermosa, ¡Hasta triste te ves divina!

Manoteo su mano dando unos pasos hacia atrás.

Él es muy extraño.

¿Acaso no me ha visto bien?

¿Acaso no ha visto mis brazos y piernas?

Muerdo mis labios reteniendo las lágrimas.

"Miren sus brazos, nadie te querrá así"

"Él solo estaba contigo por lástima"

"¿De verdad pensabas que te quería?"

Cierro los ojos cuando esas palabras vienen a mí y unas de ella lo dijo él.

—Mientes.

Maldigo este sentimentalismo.

Limpio rápidamente mis ojos.

—No, no miento es la ver...

—¡Cállate! Y vete, por favor vete y no vuelvas a molestarme —señalo la puerta.

Él sólo asiente abriéndola, pero antes se gira para observarme.

—Eres hermosa Hannah.

Es lo último que dice cuando sale de la puerta y yo corro a mi habitación paga verme en el espejo.

Soy un asco.

Todo lo que fuimos sin etiquetas [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora