Cuando Katsuki mira a Deku por primera vez, piensa que sería una buena idea entrenar a Deku para que sea un cazador de ratones. Pero eso no funciona. Ahora, hay un nuevo gato y quiere vincularse con Deku. Katsuki no permitirá eso. Ningún gato de mie...
Katsuki se despierta de mal humor en la madrugada. La inútil de Deku está maullando porque quiere que le abra la puerta para que entre.
Esta es la tercera vez en la madrugada que Katsuki le abre la puerta para que entre. Le dejaría la puerta abierta, pero odia dormir con la puerta de su habitación abierta.
Le patearía el trasero a Deku si no tuviera tanto sueño.
Lo último que hace es que abre una ventana, si ella quiere salir, que salga por la ventana.
—Escucha bien, inútil Deku, me vuelves a maullar para que te deje salir y te quedas afuera de la casa. Sal por la ventana, pero no me levantes.
Deku mira a su humano dormirse tan repentinamente. Sube a la cama y frota su rostro contra el de él, pero gruñe y se voltea para que se detenga.
Ha visto cómo su humano ha llegado a casa de mal humor, así que quiere hacerlo feliz. Tiene que darle regalos.
Sus grandes ojos se fijan en la ventana y salta hacia ella para salir.
A la mañana siguiente, Katsuki se despierta con los maullidos de Deku. Su cara está medio dormida y está medio ciego. Frota sus ojos y entonces los ve.
Hay dos ratones, una lagartija y un pájaro. Todos muertos y ensuciando sus sábanas limpias puestas ayer. Todos traídos por Deku. Su gata inútil muy feliz moviendo su enorme cola peluda.
A continuación, Deku sale corriendo de la habitación tan rápido luego que Katsuki empezara a tirarle todo lo que tuviera al alcance. Su almohada, el vaso con agua, el reloj despertador, un retrato de él.