Capítulo 17

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Momo juega con la pequeña gatita. Adora los hijos de Deku, aunque ama a sus gatos, tiene una fascinación por los gatos peludos. Los nuevos hijos de Deku y Shouto son peludos. Derriten su corazón tan fácilmente.

Esta pequeña gata, tan blanca y con su mancha en el pecho es su favorita de los dos gatitos y realmente ha rogado a su madre para incorporarla a su casa.

Momo la toma por el cuello y es como si se apagara, es una reacción natural que tanto adora hacer en los gatos. Besa su nariz y la mantiene en el aire.

Mira a Katsuki, hasta donde sabe, no quiere regalar a estos gatitos, pero siempre ha pensado que tiene derecho por ser la dueña del padre.

—¿Me vas a dar esta?

Katsuki la mira cuando pone en pausa su videojuego. —No.

Momo se desalienta, realmente prefiere a esta gatita, pero perfectamente puede aceptar al otro. Alarga su mano para tomar al pequeño gatito que está jugando con la cola de Shouto. —¿Entonces me das este?

Katsuki gruñe, realmente no quiere perder la partida y esta chica lo está molestando. —No te voy a dar a ninguno de los dos. Son mis gatos. Mi gata y mis gatos.

Momo suelta al gatito, coloca sus manos en su cintura mientras observa a Katsuki con molestia. —Yo soy la dueña del padre.

—Yo no te pedí un gato para Deku. Eso fue una violación.

—Pero quiero uno.

—No y deja de preguntarme. —Katsuki se levanta del sofá y camina hacia la cocina, pero se detiene antes de entrar. —¿Quieres algo de comer?

—No, ya igual tenemos que irnos, tengo que preparar a Shouto para otro concurso.

—Mejor.

Momo ve cómo Katsuki se va a la cocina, le parece muy mal que no le quiera regalar uno de los gatitos. Se había encariñado con los dos, especialmente con la gatita más peluda.

Aunque...

Era la primera vez que tomaba algo sin permiso, aunque no había que pedir permiso cuando ella también era dueña de los gatitos.

Tomó a Shouto y lo puso en el bulto que siempre lo transportaba. —Tú vienes conmigo también. Perdón Deku. —murmuró cuando tomó a la gatita del cuello para mantenerla calmada.

—¿Dijiste algo? —Katsuki gritó desde la cocina.

—Ya me voy. —ella respondió en la salida.

Nunca antes se había puesto los zapatos tan rápido ni salido de una casa de esa manera, pero al menos tenía a su nueva gatita.

—No iba a dejarte con ese tonto. Te espera un nuevo hogar conmigo.


***


Katsuki colocó comida en los platos de sus gatos y fue cuestión de tiempo para que Deku llegara sin ninguno de los dos gatitos. Ella siempre los llama y ellos van.

Deku maúlla y de una vez llega el pequeño gatito. Katsuki siempre se enoja con el gatito porque come como si no volviera a comer.

—Oye, oye. Detente. Te vas a morir, come despacio. —lo sujeta del cuello para separarlo del plato y lo va acercando cuando ve que ya come despacio. Se queda un rato más observándolo hasta que decide irse. Entonces nota que falta la gatita. No vino cuando Deku los llamó.

Busca debajo de la cama, debajo del sofá, busca en su armario, en las cajas de zapatos y no la encuentra. Sabe que esta gatita es activa y le encanta moverse; tan hiperactiva y molesta.

CattusDonde viven las historias. Descúbrelo ahora