Cattus

Capítulo 6

Shouto le gruñe a Momo cuando ella ha mencionado la palabra baño.

Es un gruñido corto mientras su espalda se encorva hacia arriba.

—Shouto, por Dios. —ella se pone de pie y se acerca, sabiendo que esta intimidación de su gato es solamente nada hacia ella. Toma a Shouto y sus orejas se agachan.

La hora del baño es demasiado larga. Champú, acondicionador, secador, cepillado, loción. Pero Shouto es un buen gato y se queda tranquilo.

—Quédate en casa y no salgas. Volveré de compra en algunas horas. Prometo traerte cosas, ¿sí?

Momo se va y lo deja solo.

Shouto quiere salir y busca la manera. Las ventanas de Momo están cerradas, las de la sala también. La habitación de la madre de Momo está cerrada y no hay una manera en la que pueda salir.

La oportunidad perfecta aparece cuando uno de los mayordomos abre la puerta y Shouto logra escabullirse entre sus piernas.

Cuando llega a la casa de la gata, no la ve en el jardín. Lo explora y busca entre los arbustos, pero no está. Salta hacia el alféizar de la primera ventana, pero no la encuentra.

Toca cada ventana y maúlla, pero no ve a Deku. Shouto se queda sentado frente a la entrada de la casa y rasga la puerta, dejando varios arañazos feos. Los maullidos molestos salen para que le abran, pero su gata no aparece.

Termina quedándose dormido, sin darse cuenta de la presencia de Katsuki.

El chico coloca la jaula de Deku en el suelo y desde donde está, puede ver su preciosa puerta de caoba rasgada y aruñada por el infernal gato de la mierda.

Retrocede con cuidado y busca una caja con hoyos que vio. Se acerca con tanto cuidado que a Shouto no le da tiempo de reaccionar antes de que sea atrapado.

Shouto trata de liberarse y maúlla intensamente para ser liberado. Katsuki sonríe, por fin tiene al molesto gato que ha estado acosando a Deku y orinándosele en las paredes de su casa para marcar territorio.

—Por fin te tengo, infeliz. —la sonrisa de Katsuki es de satisfacción. Deku maúlla y él grita. —¡Cállate, Deku!

Shouto saca su pata y la distancia entre la caja y el rostro de Katsuki es lo suficientemente cerca para que le pique un ojo.

—¡Ah, gato de mierda! —Katsuki cubre su ojo con sus manos y la caja cae dejando salir a Shouto.

El gato huye y Katsuki corre algunos metros detrás de él. Su ojo herido cubriéndolo con una mano mientras hay un puño formado al aire con la otra.

—¡Ah! ¡No huyas, gato del diablo! ¡REGRESA!

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Muy buenos días, seres vivientes.

Este capítulo también me gustó escribirlo.

Nos leemos luego. <3