Capítulo 7: Posible matrimonio

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No podía creer esto, se supone que yo encontraría a la persona indicada para mí, pero no, mis padres encontraron a la persona ¨perfecta¨, según ellos, pero yo sabía que solo lo hacían para conseguir la asociación con los padres del chico con el que me comprometerían, y no valía la pena insistir, después de todo no tenia a nadie en este momento, solo esperaba que él chico también estuviera solo y no le importara esto.

-.¿Están seguros de que el chico acepto?-. Les volví a preguntar a mis padres, recibiendo un asentimiento de ellos, haciéndome sentir un poco mejor, pues eso significaba que él me esta aceptado en cierta parte, y que no había nadie mas en su corazón, dándome una pequeña esperanza de un lindo futuro a su lado. 

-.Hay que irnos mis amores, no queremos llegar tarde.-. Nos apresuro papá desde la puerta, por lo que mamá y yo caminamos con rapidez a la camioneta.

Todo el camino fui con una sonrisa nerviosa, pues por mas que me dijeran que esto era lo correcto, algo en mi interior me decía que no estaba bien, mi loba estaba molesta, y se sentía algo humillada por la decisión de mis padres, pero nunca me había negado a nada, y ahora esto era mas difícil de lo normal.

-.Llegamos bebé.-. Hablo con fuerza mamá, abriendo la puerta para mí, mientras papá me daba su mano, en clara señal de ayudarme a bajar, por lo que lo acepte sin duda alguna, sonriéndole en agradecimiento por su caballerosidad.-. Tranquila mi amor, te ves hermosa, nadie tendría el valor de rechazarte.-. Hice una mueca al oír eso, ya que en vez de ayudarme me hizo ponerme incomoda, pues yo no quería esto, solo lo hacía por ellos, y nada mas.

Trague con fuerza al ver la gran casa frente a mí, pues era obvio que ellos eran mas ricos que nosotros, y eso que mi familia tenía demasiado dinero, pero ahora veía el porque de su repentina decisión de casarme con alguien que no conozco.

-.No quiero hacer esto, estoy nerviosa.-. Murmure quedito, tratando de encontrar fuerza en mi interior, para decírselo a mis padres, pero mi voz no salía como quería, al contrario la escuchaba demasiada bajita, y eso que era mi voz, no entendía como no la podía escuchar con fuerza.

Mis padres caminaban con la típica elegancia de siempre, pero se notaba esa mirada de satisfacción en su rostro, algo que de verdad me dolía, pues me sentía como una ofrenda al mejor postor.

De un momento a otro mis ojos se habían llenado de lagrimas, lo que me hizo darles la espalda, y tapar mi cara con mis dos manos, para que nadie me viera. En este momento agradecía que ellos no me prestaran la atención suficiente que necesitaba.

Solté un suspiro mientras hacia que regresara la sonrisa a mi rostro, para ahora si ir a conocer a mi futuro esposo, mi futuro dueño, y la persona que jamás amaría aun si es tan rica como parece ser su familia.

Dulce Agencia ( Hwasun )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora