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Aquel día de otoño era singularmente perfecto. El canto delos pájaros no se hacía esperar, su melodía alegraba el corazón de los estudiantes que lograban escuchar aquel dulce cantar.
-¡Buenos días, señor sol!-su grito vino seguido del golpe de la puerta al ser abierta de manera brusca
-¡Lárgate!-no duró mucho en la habitación sin que algo la golpeara en el rostro
Apenas era un lunes, por lo cual la mayoría de alumnos del 1-A estaban algo molestos por tener que iniciar nuevamente el ciclo tan cansado que era estudiar.
-Oh vamos Haru-Chan, no te pongas así-recibio otro golpe en la cara está vez por el apodo que le había puesto y que tanto le desagrada.
El día comenzó normalmente en el edificio de las habitaciones del 1-A.
Con gritos innesarios de algunos compañeros, dónde expresaban su gran odio por todo aquello que se moviera o tuviera vida.
Las clases transcurrieron normalmente, Aizawa tratando de explicar el tema sin caer dormido y los alumnos tratando de escucharlo sin dormirse. Para la mala fortuna de todos, no se podían dormir en aquel momento gracias a un pequeño regaño que recibió el profesor Aizawa cuando toda la clase se quedó dormida -incluyendolo a él- momentos antes de que el director Nezu entrara al salón.
Fue un día maravilloso para recordar.
El timbre que indicaba el receso los hizo despertar a todos de manera repentina, apesar de querer salir rápidamente del salón, contuvieron esas ganas de simplemente mandar a la mierda al profesor y salir corriendo. Aizawa fue el primero que salió del salón y no tardó mucho que la presidente de la clase les ordenará que salieran con educación y en orden, obviamente fue ignorada pero ella no perdía la fe en qué algún día la escucharán.
-Wua, estaba a nada de quedarme dormido-los ojitos de Ryuu estaban algo llorosos a causa del sueño
-Tienes razón, yo también estaba a nada de quedarme dormida en mi escritorio-Kimi frotó unos de sus ojos siendo admirada de inmediato por Haruka, quién la miraba cómo si fuera lo más hermoso que alguna vez había visto en su vida
La más baja de los cuatro no había dicho nada desde que habían salido del salón, su cuerpo podía estar allí pero su mente estaba divagando de un tema a otro. Un poco parecido a sus crisis existenciales.
______ no era la chica más inteligente del salón, pero sus notas no eran para nada malas al igual que sus conocimientos tampoco eran tan escasos. Pero había un tema que la dejaba completamente en blanco.
