Cold gaze

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Camila y yo terminamos de desayunar, iba a llevarla a su casa por su celular, después iríamos al cine. Hoy no tenía mucho que hacer, Ty se encargaría de los pendientes que tuviera.

—Camz, subiré por mi celular— ella asintió sonriente

Subí a mi habitación y tomé una pequeña mochila, metí mi cartera y busqué mi celular. Al encontrarlo noté que tenía dos llamadas de un número desconocido. Justo el mismo número marcó de nuevo. Atendí la llamada. 

—¿Quien habla?— pregunté 

—¡Ojitos!— respondió Erika desde la otra línea

—Eri, pequeña, como estas? Todo bien?— pregunté llendo dónde Camila

—Si, todo bien. Y estoy bien ojitos, gracias por preguntar y tu?— 

—Bien pequeña, y me alegra que estes bien— tomé las llaves de la camioneta blanca

—Ojitos… Recuerdas que ayer me dijiste que vendrías cuándo te llamara?— preguntó 

—Si, lo recuerdo bien— llegué al lado de Camila y tomé su mano saliendo de casa. 

—Me preguntaba si estabas ocupada en este momento como para venir, es que papá tiene una cita para un empleo y quiere dejarme con mi tía, pero ella me trata muy mal— dijo en tono tímido y triste. Miré a Camila. 

—Pues… Emmm, no te importa que vaya con alguien más a tu casa?— me detuve fuera de la camioneta y le abrí la puerta del copiloto a Camila

—Con que no sea mi tía, todo bien— sonreí. Entré del lado del conductor

—Okey pequeña, dile a tu papá que no tiene que llevar a tu tía, iré yo. En unos minutos llego— dije sonriente 

—¡Gracias, ojitos! Iré a decirle. Adiós— dijo con entusiasmo antes de colgar 

—¿Con quién hablabas, Lern?— preguntó Camila dejando un beso en mis labios. 

—Con mi hermana— suspiré recordando la charla que tuve con Clara esta madrugada.

Camila arrugó sus facciones

—No me dijiste que tu hermana… Ya sabes— dijo confusa 

—Mi otra hermana… La hija que mi madre tuvo con Jacob— respondí. Camila me miró sorprendida

—Pero… ¿Como?— preguntó aún más confusa. Encendí el auto y conduje hasta su casa. Durante el camino le expliqué como conocí a Erika y como había reaccionado Jacob al verme. 

También le dije lo que hablé con ella por teléfono y le pregunté si me acompañaba a cuidar a Eri. Ella aceptó y propuse ir al cine con Eri, le pareció buena idea.

Al llegar a su casa me estacioné y salí a abrirle la puerta a Camila.

—Te.. te espero aquí— dije un poco nerviosa. Ella sonrió. 

Caminó hasta la puerta de su casa y tocó el timbre, al parecer no llevaba sus llaves. 

Una pequeña niña abrió la puerta, la reconocí de vista. Era su hermana. Se dijeron algunas palabras y Sofía se abrió paso entre Camila, caminó hasta mí y sabía lo que se venía. Un reclamo, debía tener alrededor de unos 12 años. Camila corría detrás de ella. 

—Hey, tu eres la novia de mi hermana— dijo con tono amenazante. Miré a Camila sin saber que decir —¿sabes que mis papá no te quieren cerca de ella, no?— asentí —debes quererla mucho para venir hasta aquí sabiendo que papá quiere matarte— abrí los ojos como platos y miré a Camila sin saber que decir aún. Sólo asentí, en verdad quería mucho a Camila —pues me alegra que seas su novia, aunque a mamá no le guste que ella te quiera, a mi si. Tu no pareces ser una idiota como sus anteriores novios—