Cold gaze

perdónar

[Lauren]

Creí que no podría ser peor mi suerte cuando la encontré en la subasta. Pero al verla con esa maravillosa sonrisa no me importó que estuviera con Christopher o con el imbécil de Shawn, si ella era feliz, todo estaba bien. Pero escuchar a Camila protestar contra su padre diciendo que ella no quería estar con Christopher fue una de las mejores cosas durante la subasta

Al llegar a la subasta, alguien me llamó por mi nombre, era mi madre. Hacía ya mucho tiempo desde la última vez que nos vimos. Después de la muerte de Tylor, no volví a ver a mi madre, Mike decía que ella no quería verme, que me odiaba, y eso fue lo que siempre creí. Pero en la subasta parecía todo lo contrario, me miraba con dolor y felicidad, pero Mike pareció haberla reprendido por decir mi nombre. 

No comprendía, quería una explicación, pero no era capaz de acercarme a mi madre. Sentía vergüenza por mi misma. 

Todo iba más que bien, habíamos conseguido 9 nuevos clientes a los que en una semana tendríamos que entregarles algunos pedidos. Incluso congeníamos bastante bien con ellos.

Inconscientemente, mi mirada se desviaba algunas veces hacia Christopher, me alegraba que se mantuviese distante. Hace un año quería lograr que me perdónase, pero ahora solo quería golpearlo incontables números de veces. 

En un momento en el que me encontraba conversando con Zayn y algunos nuevos clientes, Camila me dijo que alguien quería conocerme, acepté ir a conocer a oa persona de la que hablaba. Zayn me besó antes de que me fuese con Camila. Correspondí su beso, no por venganza hacia Camila por haber besado a mi hermano, sino por que el plan era que todos creyeran que éramos una pareja de novios que buscaba realizarse y llevar acabo nuestros proyectos juntos. Yo no lastimaría a Camila, así ella no sintiera nada por mi, yo no me sentía bien al besar a alguien frente a ella. Porque una cosa era que ella no sintiera nada por mi hermano, y otra muy diferente, era que ya no sintiese asco por mi, y eso no lo sabía.

Camila me llevó al baño y me llevé la mejor sorpresa de mi vida al ver a mi madre allí. Clara le pidió a Camila cuidar en la puerta que Mike no viniese y eso me hizo temer sobre la situación

Camila fue a cuidar en la puerta y enseguida mi madre se abalanzó sobre mi en un abrazo. Sentir sus brazos alrededor de mi, fue la mejor muestra de amor que pude haber recibido de su parte. 

Me abrazo con fuerza mientras repetía una y otra vez –Mi pequeña, perdóname– mi corazón se apretó dolorosamente. Tantos años deseando algún día escuchar esas palabras de su boca mientras yo estaba siendo constantemente abusada.

—Mi bebé, te extrañé tanto, perdóname por no haber podido impedir que te llevarán— dijo mirándome a los ojos. Ella lloraba, yo no lo hacía. Otra vez había vuelto esa abstinencia emocional que me impedía llorar apesar de que me encontrara jodidamente rota internamente. Esa que tuve durante años. Era extraño, me sentía destrozada, pero no lloraba, solo sentía el dolor acumularse dentro de mi.

La miré y pude sentir su dolor —Quiero explicarte todo y que comprendas que lo intenté millones de veces, intenté salvarte, intenté sacarte de ese lugar, pero Mike, el… El esta loco. Déjame darte una explicación de todo lo que sucedió, déjame decirte la verdad mi niña. Te juro que yo intenté hacer todo lo posible por que no sufríeras, pero no lo logré— explicó entre lágrimas. 

Pude elegir negarme a sus explicaciones, pude negarme a que me abrazara, pude negarme a que se acercara a mi por nunca ser la madre que necesité, la madre que tanta falta me hizo. Pero… No podía, nunca podría negarme, siempre quise buscarlos y pedirles una explicación por nunca buscarme.

Antes de enamorarme de Camila, quise buscarlos y suplicarles perdón por ocasionar el accidente y la muerte de Tylor. Pero me fui dando cuenta que yo pagué la mierda de Mike, yo no merecía eso, nadie merecía sufrir los abusos que yo sufrí. Era una pequeña niña queriendo atención y buscando el cariño de sus padres, era una pequeña niña con problemas de hiperactividad que pagó más de lo que debía. Una pequeña niña a la que horriblemente le arrebataron su inocencia y que creció creyendo que no merecía ser amada y que incluso ahora, lo sigue creyendo al saber que aún carga con las marcas que dejaron todos esos repugnantes hombres.

Pero no podía negarme, no al ver su mirada. Esa mirada que me suplicaba creerle, y que me transmitía el dolor que sentía en mi silencio. —Te creo, y acepto escuchar todo lo que tienes por decir, pero no aquí— dije y ella asintió.

Acepté, acepté porque comprendí su mirada y quien no puede comprender una mirada, tampoco no podrá comprender una larga explicación, y yo haría lo posible por comprender lo que tenía por decirme.

Pude comprender su mirada porque era una mirada igual a la mía el día en que le pedí a Camila que me dejara explicarle todo. Y aunque duela, siempre es preferible escuchar lo que alguien tiene para decirte en situaciones como estas, por que en un futuro tarde o temprano la duda del ¿que habrá sido lo que tenía para decirme? O ¿Como serían las cosas si hubiese escuchado lo que tenía para decirme? Llega a ti, pero para entonces, la respuesta la habrás perdido.

—Te esperaré mañana en ésta dirección a las tres en punto de la tarde, solo a esa hora puedo salir sin que Mike me siga— me entregó un papel con una dirección —te amo tanto, mi pequeña Lauren. No sabes lo mucho que te extrañé— me abrazó de nuevo

No dije nada, las palabras no salían de mí boca. Camila se acercó a avisarnos que Mike venía para acá y mamá nos ordenó que nos metieramos a los baños. 

Me metí al último cubículo del baño y Camila hizo lo mismo. Meterse al último cubículo del baño, en el que justo me había metido yo. 

—¿Que haces?— le reclamé en susurro. No me incomodaba su cercanía, pero si me dolía.

—Clara dijo que nos metieramos a uno de los baños— respondió obvia en susurro mientras cerraba la puerta del cubículo

—Si, pero hay 5 cubículos más, ¿no pudiste meterte en otro?— reclamé en susurro. Camila tapó mi boca con su mano. Estábamos sumamente cerca y quería gritarle a mi maldito corazón que dejara de latir tan intensamente. 

—Shh— escuchamos la voz de Mike afuera de los baños 

—¿Porque duraste tanto?— le preguntó molesto a mi madre

—No me sentía bien— habló mi madre con lo que parecía ser tristeza 

—Vi venir a Camila y a la otra estúpida para los baños, ¿dónde están?— preguntó molesto. Al parecer había entrado a los baños. Tenía unas jodidas he inmensas ganas de salir y hacerle frente a Mike. Ahora creía que el tenía algo en mi contra y quería saber el porque.

—No lo sé, no las vi entrar, quizá entraron cuándo yo estaba en el baño— se excusó mamá

Se escuchaba como las puertas de los cubículos estaban siendo abiertas una a una por Mike. ¿Que pensaba hacerme si me encontraba? Quería salir y descubrirlo.