Cold gaze

un glorioso beso vacío

Maratón 3/5

[Camila]

Pasaban y pasaban los días y Lauren no volvía a la universidad, estaba preocupada por ella. Llevaba tres semanas sin asistir.

Christopher y yo nos hicimos amigos, muy buenos amigos se podría decir. No era nada parecido a quién creí que era, a veces juzgamos demaciado bien a alguien o demaciado mal también. 

Pensé que las cosas iban bien, pero comenzaron a ponerse mal y extrañas después de las primeras dos semanas en las que no asistió Lauren a la universidad.

Como dije, Christopher y yo eramos buenos amigos, incluso me contó que estaba enamorado de una chica de la universidad. Yo estaba segura de que yo no le gustaba a Christopher y el estaba seguro de que no me gustaba a mi. Pero eso les importó una mierda a mis padres. 

No los comprendía, no comprendía a mi madre y no comprendía a mi padre. Tenía 21 años y seguían controlando mi vida cuál marioneta. 

Me había alejado de Lauren, había odiado qie me mintiera. Pero el enojo duro poco, en verdad la extrañaba demasiado y quise buscarla. Incluso se lo conté a Christopher, pero me dí cuenta que en mi propio cuarto era espiada por mis padres. Y entendí a Shawn cuando le puso seguro a la puerta para simplemente hablar. 

[Flashback]

—En verdad me gusta, pero me mintió— dije con tristeza

—Es una imbécil— aseguró Christopher

—Pero aún así la quiero, siempre me trató bien, me respetó y me cuidó— Christopher hizo cara de confusión

—Entonces es una imbécil linda que te respeta y te quiere— aseguró de nuevo —por que seamos sinceros, siempre va con esa cara inexpresiva y porte tan perfectito que te hace pensar que no hay manera de que sea un humano. Pero si te tocan se molesta de manera que hasta el miedo te entra sin ser tu el del problema, su cara cambia por completo a una así tipo que parece que te va a dar una patada en el culo tan fuerte que no te va a dejar sentar en toda tu puta vida— 

—Christopher, estas hablado de tu hermana— lo regañé

—Y por eso mismo lo digo, por que ya me ha golpeado—

—Te lo merecías— le recordé

—Lo sé, pero con el derechazo que me dió por tocarte, hasta ganas me dieron de hacerme gay— dijo sobándose la barbilla recordando el golpe

—¿Y si la voy a buscar? Por que, ¿que pasa si ella no regresa a la universidad?— Christopher alzó los hombros —si, la iré a buscar— me levanté de la cama y la puerta de mi habitación se abrió

—Christopher, Clara te esta esperando abajo— dijo mi padre hablando con molestia 

—Nos vemos luego, Camila, compermiso señores— dijo al salir 

—Ahora tú, me vas a explicar que es eso de "la iré a buscar"— me imitó haciendo comillas con los dedos 

—Pues si, la iré a buscar, así que papá, me tengo que ir— quise escapar pero mamá me jaló del brazo y me sentó en la cama. Tenía 21 años y me trataban como de 5 

—Ni se te ocurra buscarla, mañana verás a Christopher y le dirás que si cuando te pida ser tu novio— ordenó mi padre

—¿Que? No, yo no le diré que si, ni siquiera me gusta— renegue 

—Pues desde hoy te gusta, ¿entendiste?— 

—No— 

—Camila, siempre has sido una jovencita correcta, ¿y ahora me sales con que te gusta una basura como Lauren?— preguntó mi madre 

—Le darás el si a Christopher, y serás su novia sin renegar, ¿o quieres que vaya a la delegación y muestre el vídeo de ella disparandole a ese inocente hombre?— preguntó mi padre

Me quedé en silencio

—Haber hija, repite que será lo que harás— ordenó mi padre mostrándome el vídeo de nuevo

—Darle el si a Christopher y ser su novia sin renegar— repetí con desgana 

—perfecto— 

[Fin del flashback]

Christopher y yo eramos novios, pero nunca nos besamos. Yo no quería y el tampoco parecía querelo, pero fingía estar enamorado de mi y no lo comprendía. 

Íbamos entrando a la universidad, todo iba bien, yo extrañando a Lauren, Christopher fingiendo que yo le gustaba y Lauren por fin había aparecido. Se veían tan hermosa como siempre, un poco más delgada pero con esa misma figura atlética, su cara inexpresiva y su porte impecable. Quería hablarle y se me ocurrió que sería buena idea hacerlo en el baño, quería disculparme pero papá parecía un maldito acosador. 

—Disimula más al mirarla tan siquiera— me advirtió Christopher por lo bajo 

Lauren estaba con Zayn y Ty en la entrada de la universidad. Lucía preciosa.

—Pero estamos en la universidad, no hay problema con que lo haga aquí— aseguré. Christopher me señaló disimuladamente con la cabeza a un hombre en la entrada, pero no dijo nada.

Enseguida le llamaron a su celular y me lo pasó

—Ni se te ocurra acercarte a ella, Camila, te conozco y se que intentarás hacerlo. Así que quiero que beses a Christopher tan apasionadamente que de asco verlos— suspiró molesto desde el otro lado de la llamada — odio pedirte eso, pero se que tu no te alejarás de ella del todo, así que tengo que alejarla a ella de ti. Así que haz que te vea besar a Christopher o prefieres que lleve el video con las autoridades y Lauren acabe presa o incluso le den una condena peor por todos los delitos por los que puedo acusarle— 

—¿Como sabrás que lo besaré?— pregunté molesta

—Tranquila, hija, yo ya tengo eso arreglado— dijo riendo antes de colgar 

Mi padre parecía un maldito loco. El nunca me obligó a nada antes, estábamos bien. Éramos las familia perfecta, no sé que había hecho ese cambio en el.

—Vamos a los pasillos, si o si ella pasará por ahí— dijo Christopher con desgano 

Fuimos a los pasillos que están casi cerca de la oficina del director. Me puse contra la pared y Christopher contra mi cuerpo. Nos mantuvimos en la misma maldita he incomoda posición durante unos minutos, cuando vimos venir a Lauren y besé a Christopher justo de la manera que dijo mi padre. 

Las manos de Christopher estaban en mi cintura y las mías alrededor de su cuello. Nuestros cuerpos sumamente pegados y nuestras bocas juntas, simplemente moviéndose entre si, sin transmitir ni sentir nada. El peor beso que había dado en mi vida. Un beso lleno de nada, un beso vacío, un beso fingido, un beso forzado. Y comprendí, que hasta para besar, ella era más especial y mejor que cualquiera. Tuve que besar otros labios para darme cuenta que ni provando mil bocas diferentes, lograría borrar la marca que dejaron sus besos. La marca de lo inigualable. Por que al sentir sus labios sobre los míos, sentía que podía perderme en un mundo de  ilusiones y no me importaría jamás regresar de aquel lugar. Porque era más que solo un beso, era la ilusión de sentirte en plena gloria, y la gloria, la gloria fue besar su boca.