besos del alma

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¿Alguna vez alguien les ha dicho que cuando vean la oportunidad perfecta, no duden en tomarla? Pues es justo lo que deben hacer, así nos sea el momento perfecto, siempre es el momento. 

—Metanse al baño— nos ordenó Clara con la voz quebrada. Lo hicimos de inmediato

—¿Que haces?— reclamó Lauren en susurro

—Clara dijo que nos metieramos a uno de los baños— dije obvia cerrando la puerta de un de los cubículos a los que nos metimos 

—Si, pero hay 5 cubículos más, ¿no pudiste meterte en otro?— me regañó en susurro. Tapé su boca con mi mano.

—Shh— escuchamos la voz de Mike afuera de los baños 

—¿Porque duraste tanto?— preguntó molesto

—No me sentía bien— habló Clara con notable tristeza 

—Vi venir a Camila y a la otra estúpida para los baños, ¿dónde están?— se escuchó como entró al baño de mujeres. Lauren tenía ceñido el entrecejo y parecía roja de coraje. Comprensible incluso yo me molesté al escuchar a Mike llamarla estúpida

—No lo sé, no las vi entrar, quizá entraron cuándo yo estaba en el baño— 

Las puertas de los cubículos estaban siendo abiertas por Mike, una por una, ¿que mierda le pasaba?

Y como obra divina se me ocurrió la mejor idea que pude haber tenido antes. Quité mi mano de la boca de Lauren y le quité el pestillo a la puerta del cubículo sin dejar que la puerta se habriese, Lauren me miró confusa. Estábamos en el último cubículo del baño, Clara discutía con Mike y yo le susurré casi inaudible a Lauren que me siguiera el juego. Ella asintió y esa fue mi señal. 

Comencé a besarla, y me envolví en el éxtasis que me proporcionaban sus besos. Esos besos que me seguían volviendo loca, ahora confirmaba las cosas, no hay manera de borrar la marca que ella había dejado en mi alma desde el primer beso. Ese primer beso que logro transportarme a otro mundo, ese que más allá de quedar en mis labios, quedo en mi alma. Y me enamoré de quién no imagina, de quién menos esperaba, me enamoré de ella y me di cuenta que nosotras no elegimos el amor, el amor nos eligió a nosotras, nos eligió desde el primer beso, y las dos lo sabíamos. Era cierto eso que decían algunas personas, que la historia empieza cuando dos personas que ni soñaban conocerse, terminan por encontrarse. Y esto era jodido, por que mientras la besaba, me maldecía internamente al darme cuenta que la vida era demaciado corta para amarla solo en esta vida y deseaba con toda mi alma encontrala otras, aunque lo más seguro es que mi alma correría en busca de la suya. 

Ella me sontuvo de la cintura pegándome por completo a ella. Quizá no parecía buen momento, pero con ella, con ella cualquier momento es bueno. Ella era tan fría que no cualquiera lograría encender su fuego, pero yo lo había logrado, y deceaba quemarme en el. 

Llevé mis manos a su abdomen, soltando la puerta del cubículo, me fue incontenible no hacerlo, su simplemente roce lograba encenderme en cuestión de segundos, quería sentirla. 

Ella me pegó de espaldas a la pared sin dejar de besarme y bajó sus manos con sutileza a mis glúteos, apretó levemente. Jadee al sentir su apretón. La puerta se abrió y separamos nuestros labios para girar a mirarlo. 

—Es una falta de respeto hacer eso, no debería estar usted aquí. Y por si no se da cuenta, estamos algo ocupadas suegris, así que si le importa— Mike se quedó boquiabierto. Cerré la puerta del cubículo esta vez poniendo el seguro y me volví a besarla. Esta vez con desespero. 
























Para que tengan buenas noches, descansen.

Cold gazeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora