𝚂𝚘𝚕𝚞𝚝𝚒𝚘𝚗𝚜

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Al despertar después de al menos tres horas y unos cuantos minutos, Zizhen había llegado corriendo, preocupado y llorando, yo fui el último en hacerlo. Como si tuviera miedo de lo que me pudiera encontrar, observé mi entorno, Jin Ling tenía cubierta la mitad de la cara con una bufanda y con sus llorosos e hinchados ojos miraba al frente, Lan Jingyi aún seguía acostado con ambas manos sobre su cuello, más que solo tocando su piel, parecía que lo estaba protegiendo. Y quiero pensar que no de mí.

Sin pedir explicaciones nos dieron el alta, afortunadamente, pero con la condición de que nuestros padres asistieran a una reunión con la directora de la universidad. Nuestro caso era el centro de platicas de toda la institución, en cualquier lado escuchábamos nuestro nombre pero poco nos importaba porque la experiencia en el Museo Stigma nos enseñó que había peores cosas que ser el centro de atención.

—A-Ling —llamé una vez que entramos a nuestra habitación, pues en todo nuestro recorrido nos mantuvimos en silencio— ¿Cómo te sientes de tu garganta? —solo giró su cabeza para verme y asintió con la cabeza, confirmando estar mejor que antes— A-Yi —él ni siquiera me dirigió una mirada, su cabeza estaba agachada y su cuerpo ligeramente frente a un escritorio, dándome la espalda— A-Yi —volví a llamar tratando de acercarme a él.

— ¿Qué eres?- Su lastimada voz me causó dolor y culpa, más que la misma pregunta— Quiero a Lan Sizhui de vuelta, él no me preguntaría si soy su amigo por lástima, él no mataría y tampoco creería que asesinar gente es lo correcto. —su tono de voz comenzó a ser más firme y elevado. Repentinamente me tomó por los hombros viendo mi rostro, me reflejé en sus ojos, y tenia razón, claramente no era yo— A-Yuan, por favor regresa.

Me envolvió en un fuerte y asfixiante de cariño abrazo, sin darme cuenta Jin Ling también tenía sus brazos sobre mi cintura, desde mi espalda. Se aferraron tanto a mi cuerpo que sentía sus corazones llenos de angustia, tal vez miedo y sufrimiento, mis temblorosas manos apenas alcanzaron a acariciar la espalda de Jingyi. Y como si realmente fuera a despertar, tomé una enorme y ruidosa bocanada de aire para soltarla en un lastimero llanto, con el mismo sentimiento envolví a Jingyi con mis brazos soltando cascadas de lágrimas.

No me sentía como yo mismo y los pensamientos me abrumaban tanto que incluso había olvidado como calmar mi propio llanto, la culpa estaba llenando cada célula de mi ser, provocándome una peligrosa ansiedad de anhelar más el día de mi muerte, el daño que estaba haciendo era demasiado para ser un chico de solo veinte años y no quería quedarme quieto. Así que debía enmendarlo lo más pronto posible.

Sin más opciones para evitar morir por las incurables heridas en nuestros cuerpos, volvimos a ir al museo, igual de intacto, tenebroso y real. Al poner un pie sobre el primer escalón nos recorrió una horrible sensación de nostalgia, tal vez trauma. No esperamos más de un minuto cuando el guardia apareció frente a nosotros con una mirada extraña, mejor leída como "Se los dije"

—Señor —Jin Ling comenzaría a hablar, pero el hombre lo interrumpió.

—Soy Nie Huaisang —se presentó sin cambiar su expresión— Usualmente no suelo hacer este tipo de favores y con frecuencia digo que no sé nada pero, al parecer, vieron todas y cada una de las habitaciones de la sección A. Su maldición esta aún más marcada en ustedes a diferencia de muchas otras personas que cometieron la misma imprudencia. —como niños, bajamos la cabeza, avergonzados— Síganme. —lo que creímos sería una linterna en su mano, repentinamente se convirtió en un abanico poniéndolo frente a su rostro, sorprendidos pero no emocionados, pasamos de largo ese truco de magia.

Volvimos a entrar, guiándonos por el mismo camino, pero en cuanto salimos del oscuro túnel, el hombre ya no era un hombre de cuarenta años, sino un joven de cabellera larga y de grandes ojos, irónicamente apagados con experiencia de una larga vida. En lugar de seguir el mismo recorrido que la vez pasada, entramos a la puerta opuesta a la del baño, prendió su linterna y continuamos.

— ¿A cuál puerta entraron? —desconcertados contestamos y abrió la puerta, siguiendo su camino.

—Señor Nie, cuando pregunto por la puerta... —nuevamente fue interrumpido.

—Oh, lo que pasa es que hay más de una —detuvimos nuestro andar repentinamente, horrorizados— ¿Creyeron que historias como estas solo existían diez? Este museo ha existido por demasiados años, obviamente se recopilan historias a lo largo del tiempo.

—¿Porqué? —con incredibilidad preguntó Jingyi.

—Bueno, comenzó con alguien que quería ocultar un asesinato a toda costa y terminó con una maldición, pues, hablando metafóricamente el museo se ha convertido en un demonio que se alimenta del resentimiento de las personas. Y para recaudar más de este, creó una maldición, si alguien ve estas historias está condenado a matar a alguien de la forma más lastimera posible para liberarse, de lo contrario las heridas que le aparecieron en el cuerpo lo matarán... —siguió caminando hasta llegar a la bodega que juramos jamás volver, encendió las luces y por fin se dignó a vernos— ¿Me entendieron?

Sentí debilidad en mis piernas, mis manos frías y la garganta seca, aferrado a la idea de que podría haber otra forma de solucionarlo.

— ¡Entonces! en las placas de cada habitación, estaban escritos los nombres de las victimas y debajo el nombre de un cliente —se apresuró a decir Jin Ling— Y... analizando lo que nos está diciendo, quiere decir que los clientes eran personas que vieron estas historias.

—Exactamente, de hecho, si mal no recuerdo, los clientes también dejan testimonios...

—Por favor, no nos diga nada más —pedí, llamando la atención de todos— Señor, tal vez se imagina la pesadilla que hemos estado viviendo últimamente, pero, ya no puedo más. No puedo matar a alguien por mi conveniencia y menos ahora que sé que ya maté a alguien.

Desgraciadamente no logramos nada, más que saber la forma de librarnos de la maldición. Aunque, tenía una teoría, el maniquí de Wei Wuxian y Jiang Cheng se veían tan irreales como lo es un robot clásico y a diferencia de los otros, en ellos no se percibía ningún tipo de energía, así que, probablemente sigan vivos y hay más de una manera de librarnos de nuestro sufrimiento. Al contárselo a mis amigos no dudaron en buscar el paradero del hombre, algo difícil de encontrar cabe decir, pero gracias a la tecnología no fallamos en encontrarlo. Pero eso dependería si era el Wei Wuxian que buscamos.

Vivía kilómetros lejos de nosotros, afortunadamente en un estado vecino. Nos adentramos en un barrio algo oscuro, peligroso y tal vez mal oliente, al llegar a la puerta, di tres toques y la puerta se abrió, mostrando a un leproso.











Debí dejarles este cap. hace como dos días y se los traigo despues de cuatro, y espero en los seguientes dos días les publique dos más

 hace como dos días y se los traigo despues de cuatro, y espero en los seguientes dos días les publique dos más

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(Por si querían la imagen sin el nombre o... No sé, yo quería ponerla como fondo de pantalla pero recuerdo que en mi família no es muy bien vista las relaciones homo ;_; y ven demasiado mi fondo de pantalla cada vez que enciendo el teléfono)

博物馆|✞𝓜𝓾𝓼𝓮𝓾𝓶✞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora