博物馆|✞𝓜𝓾𝓼𝓮𝓾𝓶✞

EXTRA 4

𝙼𝚞𝚛𝚍𝚎𝚛𝚎𝚍 𝙻𝚘𝚟𝚎𝚜

¿Qué es lo que usualmente siente un adolescente, un joven? tal vez todo y nada, sus emociones están tan a flor de piel que puede llorar por todo y enojarse de nada, enamorarse incondicionalmente sin pedir nada a cambio y creerse despreciado por todo el mundo. Así se sintieron tanto Wei Wuxian como Lan WangJi al transcurrir el tiempo, dos años precisamente. Ambos, que han pasado gran parte de su vida "solos" se sienten el complemento uno del otro, con sus discusiones, peleas y largas noches en la azotea mirando fijamente la luna, encantados. Estratégicamente se mantuvieron al margen en los lugares públicos cercanos a la casa de algún familiar de Lan WangJi, pues después de tanto tiempo conviviendo con ellos, no sabría realmente a que extremo llegarían si se enterasen que su adorado hijo está siendo "manipulado" por el diablo. Esto a Wei Wuxian nunca le molestó, si debía hacerlo por seguridad de ambos, entonces se aguantaría de tomarle la mano mientras caminaban por los centros comerciales y parques.

Dejó de ser secreto después de que cierta persona los vio. Pues ambos chicos, al ser conocidos como mejores amigos, entre ambas familias se les construyó una casita en un viejo y ancho árbol, justo al otro lado de un arrollo por dentro de un bosque.

- Hermano- Habló WangJi tembloroso y asustado mientras se ponía de pie- Hermano, yo...- No encontraba que decirle y el silencio de este no lo ayudaba a tomar valor, hasta que Wei Wuxian tomó su mano y comprendió, si realmente su familia lo amaba, lo tendrían que aceptar- Xichen ge, yo... lo que acabas de ver...

- ¿Qué cosa?- Respondió "confundido"- Yo no vi nada- Sonrieron aliviados, confiados en que él se mantendría callado.

Por petición y emoción del mayor, contaron por cuanto tiempo habían estado juntos, lo que sentían y como estaban organizados sus horarios para verse sin que la gente sospechara algo. Lan Xichen veía un precioso brillo en los ojos de su hermano cada que escuchaba o veía hablar al chico de rojo y negro. Poco le importaba si no lograba tener sobrinos, pues seguía teniendo como prioridad la felicidad y bienestar de la única personita que amaba incondicionalmente.

Como bien se narró en la historia, fuera de estos extras, no hubo más tiempo de ser felices, alguien más sabía de su secreto, alguien desgraciadamente relacionado al museo Stigma, que buscaba librarse de la maldición que perseguía a su cuerpo y alma. Sin pensarlo acusó a Lan WangJi con su familia, agregando cargos más pesados en su contra, como el robo de una joya (que le había regalado Wei Wuxian) y muchos más actos viles, obviamente le creyeron pues era un miembro de la familia más cercana al padre del chico.

Un día como cualquier otro, el chico de ojos dorados se encontraba encerrado en su habitación tratando de estudiar, anhelaba ser doctor o juez, pues quería ayudar a la gente más inocente y vulnerable, lo que no esperaba era que él era el más vulnerable en estos momentos. Asustado reaccionó a los incesantes y fuertes golpes en la puerta, gritaban su nombre junto a miles de insultos y maldiciones contra él, era demasiado para sus oídos y mente, sin esperar nada más, tomó su teléfono y se escondió debajo de la cama, llamando a su novio.

- ¿Lan Zhan?

- ¡Wei Ying!

- ¿Qué- ¿Qué ocurre? ¿Porqué estás tan agitado?

- ¡Wei Ying! Por favor ven rápido, hay... hay personas fuera de mi habitación, quieren entrar y...

- Voy para allá, si intentan sacarte, pon toda la resistencia que puedas... yo- voy por ti en seguida, aguanta...

La puerta fue abierta a la fuerza y más de cuatro pares de pies se podía ver desde el escondite de Lan WangJi, sin querer salir, colgó inmediatamente y tapó su boca con fuerza, le temblaba el cuerpo de solo pensar en lo que le harían, estaban enterados de todo y no podría negar nada. Repentinamente sintió una fuerte y grande mano en su pie, sin poder reaccionar lo sacaron a la fuerza y dando golpes y patadas logró zafarse de ellos, pero solo unos cuantos segundos, de los cuales por un mal movimiento cayó de las escaleras, adolorido intentó correr pero nuevamente lo tomaron e inmovilizaron. Juraba que nunca había sentido un miedo tan intenso en su vida y mucho menos hacia su propia familia. En todo el camino le insultaron, golpearon y rasguñaron... ¿Camino hacía donde? La capilla a la que ha estado siguiendo la familia desde hace bastante tiempo, donde WangJi había sido bautizado, donde juró fe y amor eterno a Dios, donde a sus inocentes seis años soñaba casarse con la persona que amaría por el resto de sus días.