𝙻𝚊 𝚝𝚛𝚒𝚜𝚝𝚎𝚜𝚜𝚎 𝚍𝚞 𝚍𝚒𝚊𝚋𝚕𝚎

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Tres días después se anunció la muerte de un hombre y un chico, la causa de muerte era completamente extraña ya que a su al rededor no se encontraba evidencia de que alguien los hubiese asesinado, según investigaciones y testimonios se encontraban solos en su hogar cuando los gritos y extraños ruidos comenzaron a alertar a los vecinos, para cuando llegó la ayuda se encontraron con una grotesca escena de sangre y destrucción por toda la casa.

La noticia llegó hasta la universidad alertando a los estudiantes, pero más que a nadie, a los chicos, pues las victimas eran Lan Wangji y Wei Wuxian, querían pensar que solo era una pésima y mala suerte que tan solo llevaran un año juntos y murieran, pero ya habían visto tantas cosas extrañas que a duras penas lograban conciliar el sueño.

Un día después del asesinato, terminando todas las clases, tareas y proyectos fueron a dormir, o tal vez solo a acostarse.

- A-Yuan, ¿podrías ir a cerrar la ventana? hace algo de frío- Pidió amablemente Jingyi, tapándose con las tres cobijas que tenía encima. El invierno estaba presente y ese año había comenzado a nevar, mostrando lindos días blancos adornados por la nieve, sensible a teñirse de cualquier color.

- Claro- Sonriente se puso de pie pero antes de siquiera acercarse se escuchó un ligero golpe en el vidrio de la ventana, deteniéndolo- ¿Qué fue eso?

- A-Yuan, mejor ven y acuéstate. No tienes que ver nada- Inmediatamente Jingyi pidió, alerta de lo que podría esta del otro lado de la ventana.

- Tengo que ver que es lo que hay- Habló bajito, como si temiera de que alguien lo escuchara, una mano en su muñeca lo detuvo- Por favor, déjame ir Jin Ling.

- ¿Qué yo qué?- Su voz salió del baño y Jingyi estaba a su vista.

¿Quién lo estaba tomando entonces?

Sin contener los nervios, comenzó a reír ligeramente subiendo la intensidad a grandes carcajadas, pensaba que de tantas cosas que había visto y vivido lo habían dejado loco, lo suficientemente loco como para seguir haciéndole caso a su curiosidad y sentir el tacto de personas que no estaban ahí. Siguió riendo por un largo rato, alertando en demasía a Jingyi, poco a poco fue quedándose sin aire y sin ganas de seguir carcajeándose, así que con lentitud se acercó hasta la ventana recargando ambas manos debajo de la ventana, respirando con intensidad y sin dejar de sentir el agarre en su muñeca.

- Esto ya debió haber terminado- Se dijo así mismo, tratando de calmarse- Que ingenuos fuimos.

El ambiente poco a poco comenzó a tornarse pesado, sombrío e intimidante, esperaron algún movimiento más con ansiedad, siéndoles imposible de respirar. El silencio en la habitación y afuera de esta era sepulcral y extraño, volviéndose sensibles a cualquier sonido.

- A-Yuan- Lo llamó Jingyi, como si él supiera lo que estaba pasando, como si pudiera darle una respuesta certera.

Repentinamente el ruido del marco de la ventana recorriendo sus extremos laterales sonó por toda la habitación, para después azotar en los dedos de Sizhui con fuerza y sadismo, por reacción soltó un gran grito de dolor, un grito horrible y escalofriante, pues no había sentido un dolor tan extremo como ese, tal vez por los nervios o el susto es lo que lo hacía sentir más insoportable, pero de igual manera la sensación jamás la olvidaría. Jin Ling salió del baño alarmado viendo como Jingyi rompía la ventana con el marro y revisaba las manos de Sizhui, completamente confundido no supo que decir o preguntar, aunque un par de segundos después no sería necesario, pues al querer volver al baño por alcohol para las heridas de Sizhui vio a la misma criatura de la carretera, la "mascota" de Ouyang Zizhen en la tina, antes limpia y blanca, ahora llena hasta el borde de sangre.

博物馆|✞𝓜𝓾𝓼𝓮𝓾𝓶✞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora