Capítulo 3

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Aquello debía ser una broma y una de mal gusto, porque Hermione se notaba bastante tranquila, y le ayudaba en mucho a su estado de salud, le hacía sentir fuerte, tanto que sentía poder vivir normal. Por ese motivo, corrió a buscarla, en cuanto sus ahorros lo permitieron, investigó donde encontrarla.

A sus dieciocho años se veía tan radiante, tanto o más que de niña. Llevaba el cabello largo y vestía con propiedad un vestido negro, bastante llamativo. Pero su mirada estaba ausente, al igual que su cuerpo.

No podía creer que siguiera atada ahí. En realidad no deseaba regresar con su familia, y mucho menos después del escándalo que armara los Malfoy en su contra. Por supuesto que no, pero sólo así podría ver a Draco nuevamente.

— ¡Hermione! — escuchó en la lejanía cómo alguien pronunciaba su nombre y pudo ver a un joven alto, de cabello rubio y sonrisa realmente pacífica.

Sus piernas flaquearon un momento. No podía creer que ese hombre fuera Draco, era totalmente irreal, pero cuando corrió a su lado y lo abrazó, en efecto, sintió que todo regresaba. Y tal vez era una imprudencia, mucho más por la enfermedad del rubio, pero aún así lo abrazó con fuerza.

— No puedo creer que seas tú — pronunció sorprendida — Y estás bien, ¿cómo ha sido eso posible?

— Los avances de la ciencia médica — le mintió un poco, sintiéndose tonto por sentirse nervioso — Tenía tanto tiempo sin verte...

— Años — completó Hermione — Y no he dejado de pensar en ti.

— Ni yo en ti — agregó el rubio, tomando su mano y caminando con ella con normalidad.

Esa era la vida que quería, con Hermione, con tranquilidad... con salud. Aparentemente se notaba sano, pero ambos sabían, que no era así y mientras eso ocurría, en verdad Draco no quería desaprovechar el tiempo.

— Hermione... ¿crees que soy atractivo? — le preguntó con curiosidad a la castaña que caminaba a su lado.

— Eres el hombre más atractivo que conozco — respondió sin ninguna duda.

— Y soy el único hombre con el que sales — completó el rubio, evocando que desde su reencuentro, sólo estaba con él.

— Claro — afirmó sin miedo — Me siento bien contigo, porque te quiero y mucho...

En realidad no necesitaba más palabras que esas, sólo con ver su mirada, el brillo que destilaban sus ojos sabía con claridad que sentía lo mismo que él.

— ¿Quieres ser mi novia? — interrumpió de repente, antes de que las palabras jamás salieran de su boca.

No le pareció sorpresivo, sobre todo porque de niña, siempre imaginó vivir con Draco largamente, en un lugar donde nadie les impidiese salir a divertirse. En realidad, sólo él ocupaba su mente como su pareja ideal, así que la respuesta era obvia.

— Me encantaría — declaró feliz, especialmente cuando él se acercó para darle su primer beso.

Te amaré por siempre [Dramione]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora