«Él no fue mi todo hasta que fuimos nada,
y me está tomando mucho decirlo.
Pero ahora que él se ha ido, en mi corazón falta algo.
Así que es hora de apartar mi orgullo.»
✓Fanfic heterosexual.
✓Historia completamente mía.
✓Actualizaciones random.
#70...
"Ha pasado un tiempo, No sabía que me contactarías antes que yo. Estás diciendo que nos encontremos. Si hay tiempo, ¿Cómo podría decir no a eso?"
—i smile; Day6.
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Los intensos rayos del sol daban en su rostro, pero esa no fue la causa de su despertar, sin embargo, sentir repentinamente su garganta y boca secas la hicieron hacer una mueca aún sin despertar y al abrir los ojos solo podía pensar en la sed que crecía en ella conforme pasaran los segundos. Al sentarse, un dolor de cabeza -no muy intenso- se hizo presente. Carraspeó un poco, mientras observaba su alrededor con el ceño fruncido, sin caer en cuenta que estaba en su habitación.
Al cabo de un par de minutos, donde terminó de espabilar, se dió cuenta que, en efecto, estaba en su habitación.
Pero, ¿cómo?. Ella no recordaba haber llegado a casa la noche anterior, mucho menos recuerda el haberle pedido a alguno de sus amigos que le hiciera el favor. Simplemente, no lo recordaba.
Entonces comenzó a revisar su vestimenta, notando que traía la misma ropa del día anterior, lo cual la tranquilizaba. No era que desconfiara de ellos, pues sabía que sus amigos no la veían de esa manera y que no harían nada que ella no quisiese, mucho menos si no estaba en sus cinco sentidos. Aún así se cuestionaba el cómo había llegado hasta ahí.
Se levantó y sintió el mareo hacerse presente al instante, lo que la hizo maldecir por lo bajo.
No volveré a beber.
Oh, claro que lo haría. En cuanto se le pasara la resaca y le pongan una botella de Soju enfrente no tardará en abrazarse a la botella y besarla, como si fuese lo más preciado en su vida. Y, tal vez suene a excusa, pero desde que vivía en Japón no había bebido de esa forma, además, no se veían muchas botellas de Soju por allá.
Su abuela no le permitía beber tanto e igualmente a Jiah se le hacía muy triste tener que beber sola -lo cual era irónico, pues antes solía hacerlo-, pero era diferente, o al menos así lo sentía.
Pero vamos, no es lo mismo beber sola porque quieres a beber sola porque no tienes con quien más hacerlo, dicho de ésta forma suena realmente deprimente.
Se había vuelto algo bueno, pues eventualmente dejó de beber, y ese era un vicio que había adquirido desde antes de llegar a ese país, más específicamente desde que sucedió lo de Yoo Jisoo.
Su abuela se alegraba mucho por ello, y en parte, Jiah también estaba orgullosa de haber dejado eso.
Sin embargo, al estar rodeada de todas esas personas que la recibieron con los brazos abiertos, no pudo evitar sentirse apreciada, por lo que en cuanto Minha ofreció el primer trago no se negó a ello.
