dos

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"Tus palabras siguen sonando dentro de mi mente, causándome un dolor de cabeza
Aún quedan huellas de nuestras piezas rotas
Eso hace que el dolor sea cada vez más profundo."

-slow dive; a.c.e.


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Yoo Jiah

Tokyo, Japón.

-Listo. -avisó el japonés haciendo que la castaña soltara un gran suspiro y comenzara a estirar su cuerpo que se encontraba entumecido, consecuencia de estar tanto tiempo en una misma posición.

Él sonrió complacido al ver el resultado de su retrato, había salido mejor de lo que esperaba.

Hace mucho él quería plasmar la belleza de la chica en un lienzo, pero le daba algo de pena pedírselo hasta que un día en el que estaba ayudándole a hacer la limpieza ella se encontró con su cuaderno de dibujos.

La sorpresa en Jiah fue enorme al encontrar dicho cuaderno lleno de dibujos de ella, desde diferentes ángulos y diferentes posiciones, todos eran de sus días universitarios.

Ella se impresionó ante el talento que tenía el chico para el arte así que se ofreció ella misma a ser su musa, consiguiendo que él se pusiera tan rojo como un tomate y nervioso como solía ponerse al principio de su relación. Aún así, él estaba muy feliz porque uno de sus grandes deseos se cumplirían.

Tanta fue su emoción que se esmeró en ambientar un espacio en su apartamento que fuera de acuerdo a la idea que se le había ocurrido, de fondo puso un telar que simulaba ser un bosque -aunque era lo de menos, pues al final desenfocó el fondo, resaltando más a su hermosa musa-, y ella perfectamente maquillada y peinada, vistiendo un hermoso vestido negro que la hacía parecer una princesa.

O, como él la veía, una diosa.

La mirada de Jiah fue en lo que más se enfocó, quiso resaltar con todas sus fuerzas esa mirada intensa que estaba dándole en ese momento y quedó totalmente satisfecho al conseguirlo pues sí que parecía una diosa.

Jiah se acercó por detrás de él para ver por sí misma el trabajo del hombre, sólo podía pensar "wow" al verse retratada con tanto detalle. Como cada cabello e incluso los detalles del vestido, todo estaba perfectamente plasmado en él.

-Quedó hermoso... -murmuró la castaña por lo bajo y él infló su pecho mientras sonreía complacido por el cumplido.

-¿Tienes hambre? -preguntó él mientras se limpiaba las manos con un trapo y Jiah asintió.

love me again ; park seonghwa (ateez)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora