«Él no fue mi todo hasta que fuimos nada,
y me está tomando mucho decirlo.
Pero ahora que él se ha ido, en mi corazón falta algo.
Así que es hora de apartar mi orgullo.»
✓Fanfic heterosexual.
✓Historia completamente mía.
✓Actualizaciones random.
#70...
"Te estás yendo lejos, incluso en mis sueños No puedo hacer nada Grito para intentar detenerte Pero desapareces cuando abro los ojos..."
—why why why; ikon.
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—¡Jisoo! —gritó con todas sus fuerzas, extendiendo una de sus manos al aire mientras se sentaba, con la imagen de su hermana disolviéndose al abrir los ojos.
Sus ojos se cristalizaron al instante, cayendo en cuenta de su realidad y fue consciente entonces de que estaba sudando y a la vez tiritando. Yuta, a su lado, le abrazó ya acostumbrado a ese tipo de episodios. Fue entonces que Jiah se deshizo entre sus brazos, y su cuerpo se sacudía mientras lloraba.
—Todo está bien, estás bien... —Yuta le susurraba mientras le acariciaba el cabello, en un intento por calmarla.
Ese sueño se había sentido tan real.
Se trataba de Jisoo cayendo al abismo, justo frente a sus ojos, no importaba cuánto Jiah corría para alcanzarla, nada evitaba que Jisoo se desvaneciera frente a ella.
Cuando finalmente logró calmarse pudo divisar la escasa luz que entraba por entre las cortinas, dándose cuenta que estaba amaneciendo. Intentó alejarse de Yuta y éste la dejó hacerlo, se mantuvo silencioso mientras la observaba preocupado.
—¿Estás mejor? —preguntó mientras ella sorbía su nariz y entonces tomó su rostro para intentar quitar el rastro de lágrimas que yacía sobre sus mejillas—. ¿Quieres contarme sobre ese sueño?
Ella negó con la cabeza, realmente no quería hablar sobre ello, sabía que aquello no era real, pero sí que lo había sentido de esa forma. Aún podía sentir el miedo apoderarse de su cuerpo, podía sentir su garganta rasposa y adolorida por gritar su nombre.
Eso no era ni por cerca un recuerdo vívido, eso había sido una de sus tantas pesadillas donde su hermana moría de distintas formas y ella estaba ahí, presenciando cada una de ellas como una estatua, pues por más que quisiera no podía acercarse a evitar que suceda. Nunca había soñado con aquella muerte, aquella verdadera que no se atrevía a mencionar siquiera.
Para ella, ver a su hermana bañada en sangre en la bañera de su casa había sido demasiado traumático. Intentó empujar ese recuerdo lo más lejos posible, esas horribles imágenes habían sido borradas de su mente, ella misma bloqueó sus recuerdos a tal punto que, en sus más horribles pesadillas, siempre veía a su hermana morir de distintas formas, pero nunca de aquella.
