UACEN | Amarte es poco [En Proceso]

C a p i t u l o 18

—¿Vas a salir? —pregunta mamá, viéndome desde el umbral de la puerta, asiento sin mirarla— no puedes seguir así. Saliendo y comportándote sin control.

—Es mi vida, mamá.

—¿saldrás con Jason? —esa pregunta hace que todo mi cuerpo se tense, y ella se da cuenta de eso— ¿Qué paso con Jason?

—Nada —musito— Jason no me interesa.

—Es tu novio, claro que te debe de interesar.

La ignoro.

No puedo pretender que todo está bien. Cuando nada lo está.

Estoy harta de fingir que todo va bien. Que mi relación está bien. Aun cuando sé que no lo está. Es una mierda fingir.

—No me ignores, Laura —siento su mirada frente a mi— ¡Di algo!

—¿Qué quieres que diga? —por fin me digno a mirarla— ¿Qué todo está bien aun cuando no lo está?

—Quiero que, si las cosas están mal. Hables conmigo. Quiero entenderte. Pero tú no me dejas hacerlo.

—No eres la única que me lo ha dicho esta semana.

—Todos están preocupados por ti, Max lo está. Y es por eso que me llamo.

—El no debió de llamarte —mi voz sonó más fría de lo que pretendía

—Quiero ayudarte.

—¿y qué pasa si no quiero ayuda?

Giro sobre mi propio eje. No soy capaz de mirarla a los ojos.

Se que me derrumbaría frente a ella. No quiero eso.

No quiero la compasión de la mujer que me dio la vida. Ya tengo suficiente con la de mis amigos.

—No sé lo que está pasando —habla— pero sin duda esta no es la Laura que vi hace un par de meses.

—¿la dulce e inocente? —rio irónica— esa chica tonta no volverá.

•

Yo: Manu, ¿Dónde estás?

Manuel y yo, por tonto que sonase, habíamos podido arreglar nuestras diferencias. Habíamos arreglado el absurdo problema del beso.

—Aquí estoy —murmura en mi oído, por encima de la música.

—¿Dónde están las chicas?

—En la barra —señala a un pequeño grupo de chicas y chicos— me mandaron por ti.

—Mandaron a la única y pobre alma que tenían a su alcance —me burle, él me miro, ofendido.

—Auch —se llevó la mano al corazón.