Final 45.2

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Jason está mal

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Jason está mal.

Jason está muriendo.

Y todo mi mundo se está derrumbando.

—¿Han dicho algo más? —pregunta Elizabeth, acariciando su abdomen con nerviosismo.

—No. —niego, tragando el nudo de mi garganta— no han dicho nada más que lo que ya sabemos. Está en terapia intensiva, aún no responde a los medicamentos.

Por un segundo mire la sala de espera en la que nos encontrábamos.

Abby y Polo a mi lado, Max un poco más apartado de nosotros, Elizabeth dando vueltas, y Adrián tratando de detenerla.

Sus padres vienen en camino. Mientras que los míos cuidan a los niños.

No sé qué doctor era quien lo estaba checando, pero Oriana me tiene al corriente de todo.

Ori: Jason está estable, mal, pero estable... todo depende de esta noche.

Yo: ¿Crees que puedo pasar a verlo?

Ori: Lau, no creo que sea lo mejor.

Yo: No sé qué es lo que pasara mañana, Oriana, necesito, aunque sea verlo.

Ori: Ven a verme en media hora, estaré buscando un traje para ti.

Y así como ella me lo pidió, en media hora la fui a buscar.

—Ten cuidado, por favor —me pidió—. Los internos están en terapia intensiva cada media hora. Trata de pasar desapercibida.

Y así lo hice.

Haciéndome pasar como algún doctor mas que está en su guardia.

Hasta que estuve lo suficientemente alejada de toda la multitud, y lo suficientemente cerca de él.

Cuando lo vi, sentí que me desmoronaba.

Su piel pálida, sus labios empiezan a tomar un color morado, y hay varias heridas abiertas en su piel.

Como si miles de cristales se hubieran incrustado en él.

Me acerque a él sin pensármelo mucho.

Sabía que su estado es crítico, pero lo único que podía hacer es algo que jamás en mi vida había hecho.

Tenía fe.

Fe de que Jason estuviera bien.

Fe de que Jason se recuperaría.

En estas situaciones es en donde más se pierde, pero, podría perder todo, pero no podría perder a mi familia.

Te amo, Lau escucho como su voz se cortano lo olvides.

—También te amo, Jason. —estoy a punto de echarme a llorar— no sabes cuánto. Te amo, te amo desde el primer momento en el que te vi, te amo desde la primera noche que pasamos juntos, te amo desde que me dijeras que me amabas, incluso desde antes. Te amo desde el momento en el que estuviste para mí siempre que te necesitaba. —respiro hondo, tratando de alejar todas las lágrimas— lo cierto es que te amo tanto, y no sé qué pasara hoy, mañana o en dos minutos, lo cierto es que, no quiero que lo que tenemos termine, no quiero poner un punto final a nuestra historia... no estoy lista para que termine... no estoy preparada para dejarte.

UACEN | Amarte es poco [En Proceso]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora