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"Tengo la impresión de que beber es una forma de suicidio en cual se te permite regresar a la vida y comenzar de nuevo al día siguiente. Es como matarte a ti mismo y después renacer."
Charles Bukowski.
Facundo
En la vida, al igual que en las estaciones, existen cuatro etapas. En mi opinión, esas etapas se dividen en periodos distribuidos con exactitud, por los cuales todos debemos pasar para poder obtener la felicidad, para poder florecer.
En el verano, bajo mi sombrilla está tu lugar.
En el otoño, las hojas gritan tu nombre en un agudo gemido antes de morir.
En el invierno, siento frio sin ti.
En la primavera, nuestro amor florece poco tiempo antes de convertirse en una flor marchita.
La mayoría de las personas se encuentran en un verano extenso, considero que esa es la normalidad, que pocos valoramos. Estamos allí, viviendo tranquilos sin saberlo, cuando, de repente, todo se vuelve tenso. Justo allí, comienza una nueva etapa.
La sombra de mi cuerpo al verano, me habla.
Me dice que no volverás.
Me pide que huya.
Me promete que no vendrás jamás.
Cuando el otoño llega a nuestras vidas, lo hace con una lentitud desesperante. Comienza sin que te des cuenta, con pequeños problemas que se nos salen de las manos, que nos provocan dolores de cabeza terribles.
Las hojas del otoño han caído.
Han gritado tu nombre como un clamor antes de morir.
Susurraron que volverías, pero no se quedaron a esperarte.
Cuando nos damos cuenta que estamos en esta etapa, en el otoño, ya es tarde, la mayoría de las veces, y por más que intentemos frenar el recorrido de nuestras preocupaciones, es imposible. Es entonces, cuando nos encontramos en la siguiente estación.
Deseo que vuelvas, deseo que me ames,
aunque sea una vez más,
deseo que me digas, que no me olvidaras.
El invierno llega con voracidad, destruye todo a un paso incontrolable, nos sumerge en una helada que creemos eterna, que nos deja paralizados con un frio abrumador que nos impide pensar, hacer e incluso, muchas veces sentir. Me gusta comparar el invierno con la depresión, porque se siente abrumante, te quedas esperando que termine, porque no puedes hacer nada para impedir que aquella helada incontrolable, pare.
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Los prejuicios de Facundo | Serie Épicos I
RomanceDOS CHICOS AMÁNDOSE. Cuando dos personas se aman, se forman poesías. Cuando dos músicos, amigos, casi hermanos, se aman, se forman melodías. Cuando esas dos personas comparten recuerdos, felicidades, tristezas: todo, incluso la vida, se forman ca...