Capítulo 3 | Una Canción Infinita | Nueva edición.

138 34 12
                                    

...

"Las almas como las de María desconocen el lenguaje del amor, pero se estremecen al atisbo de la primera caricia de aquel a quien aman..."

Jorge Isaacs.

Jorge Isaacs

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Facundo.

Me gusta la música, el sonido de una guitarra rasgando el silencio, los pájaros al cantar en las mañanas, incluso el timbre de mi alarma cuando suena el despertador. Me encanta imaginar que todos hacemos parte de una gran melodía, que la vida se trata de una canción infinita, en la cual a veces somos los cantantes principales o solo parte del gran coro.

Otras veces, me imagino la vida como una gran banda musical, cada persona tiene su instrumento, cada quien tiene un momento para explotar su más grande talento y todos nacemos con una virtud. No sé quién sería sino fuera un gran cantante, no sé qué sería de mí sin el amor de las fans, los coros incesantes con nuestros nombres y ese apoyo inmensurable que todos nos regalan. Ser cantante requiere ser una figura pública, requiere dedicar tu vida al escrutinio público, pero nunca me ha molestado, es más, muy pronto entendí que esto hacia parte de mi trabajo, de quien deseo ser.

Ser el mejor, también implica perder el control de nuestras vidas y la privacidad, y estoy dispuesto a hacerlo, porque amo quien soy cuando me subo a un escenario, amo lo que eso hace en mí y en los demás.

─ Y bien, chicos, cuéntennos como les fue en su anterior gira ─musita Pilar Santamaría con las piernas cruzadas con finura, envuelta en un vestido rojo.

Nos encontramos en uno de los mejores programas televisivos del país, Pilar es una de las mujeres más influyentes en la farándula, además de ser en extremo déspota. No conozco muchas presentadoras de televisión a las cuales no le suba la fama a la cabeza, así que ella no es la excepción. Uno de mis compañeros le responde, mientras yo pretendo mirar la cámara, pero en el fondo solo miro una pantalla gigante en la cual presentan una foto nuestra.

Épicos, es nuestra banda, nuestra familia, mis mejores amigos, parte de mi mejor sueño. Nos conocimos por los meollos de la vida cantando en su mayoría por caminos separados, pero decidimos unirnos ante el prospecto de una carrera como la mejor banda musical del país, más tarde la banda latina más conocida del continente y así, conquistando diferentes lugares hasta lograr el punto de la fama en la cual ahora nos encontramos. Me siento orgulloso de quienes somos, me siento orgulloso de como mis mejores amigos y yo hemos hecho de nuestro sueño, un motivo para seguir adelante, ser una familia.

Miro la presentación de la pantalla y la recorro con la mirada. En el centro me encuentro yo, con mi cabellera rubia de puntas moradas y una sonrisa, en medio mis compañeros, esos grandulones. A la izquierda con una pose de chico malo, envuelto en una chaqueta de cuero se encuentra Sebastián Minor, mi divertido y más arrogante amigo. A la derecha de manera tímida, casi ocultándose detrás de una guitarra resplandece Matías Bustamante, el bebé de la banda, el más pequeño. Detrás suyo, en una pose casual se encuentra la estrella, el más carismático de la banda, Nicolás Arenas, con su piel morena, sus cabellos afros volando gracias al viento de la escena y un cigarro en sus manos. Y detrás mío, al lado izquierdo, con su traje impoluto, una sonrisa tierna y su cabello perfectamente organizado, se encuentra Joaquín Ríos.

Los prejuicios de Facundo | Serie Épicos IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora