Corazón Bipolar SUPERCORP

Una chica loca

KARA

Sonreír... es algo que no hago hace mucho, ni siquiera lo extraño, pero hoy, con esa chica siguiéndome por los pasillos de la universidad, intente recordar cuando fue la ultima vez que sonreí y no lo recuerdo. No entiendo porque es algo tan importante para las personas, si no sonríes eres malhumorado, resentido y un sin fin de cosas, para mí todo eso es una estupidez.

—Hola, enana.

—No me llames así, Alex. —resople, mi hermana sonrío.

—Andamos de malas. —aseguró dejándose caer en el sofá donde me encontraba sentada viendo una película.

—No, solo no me gusta que me llames así y lo sabes. —replique levantándome del sofá, tome la botella de cerveza vacía y caminé entre las cajas esparcidas por la sala. —¿Quieres una? —pregunté abriendo la nevera, Alex asintió.

—Y tú sabes que a mí no me importa, siempre te he llamado así y lo seguiré haciendo.

—Da igual. —conteste dándole un trago a mi cerveza.

—¿Cómo te fue en tu nueva universidad? —encogí los hombros y le di un trago a mi cerveza. —algo interesante debe tener.

—Lo mismo de siempre, profesores insípidos y estudiantes estúpidos. —hice una mueca al recordar aquella chica, ella sería la acepción en los alumnos, definitivamente no es estúpida, pero es un dolor de cabeza que es peor.

—Ves, algo interesante hubo. —Alex me saco de mis pensamientos.

—¿Qué?

—Te quedaste pensativa, eso quiere decir que algo interesante paso.

—No lo llamaría interesante. —Alex arqueo la ceja. —molesto, diría yo.

—Ahora quiero que me expliques. —dijo interesada, tomo un trago a su cerveza y puso toda su atención en mí.

—Hoy solo entre a la ultima clase. —Alex volvió arquear la ceja, pero esta vez con seriedad. —no me han dado mis asignaturas. —mi hermana asintió sonriendo. —bueno, después de esa clase fui a ver al director, precisamente para saber que horarios tenia.

—Aja.

—Al salir de ahí, me tope con una chica algo. —pensé en la palabra perfecta para describirla. —loca.

—¿Loca?

—Sí, se puso a seguirme por el pasillo, mientras hablaba y hablaba. ¿Quién sigue a una desconocida?—Alex casi escupe la cerveza. —no es gracioso.

—Lo es, prosigue.

—Me siguió hasta la salida y me hizo preguntas estúpidas.

—¿Cuáles?

—¿Por qué soy tan seria? ¿Por qué no sonrió? —esta vez Alex si expulsó la cerveza que tenia en la boca.

—!Ya la amo! —dijo intentando calmar su risa.

—Pues a mí no me agrado nada.

—Hermanita, a ti nadie te agrada. —gire los ojos negando con la cabeza.

—El punto es que esta loca y espero no volvérmela a topar.

—Difícil si van en la misma universidad.

—Es una universidad muy grande. —comente encogiendo los hombros.

—Pues yo espero que te la encuentres todos los días, es más, espero compartas todas las materias con ella.