—Lena, tú no estas tomando. ¿Cierto? —cerré los ojos con fuerza y suspire, me levante antes de que Sam hablara de más. Tome su mano, me disculpe y salí.
—Solo fueron un par de copas, Sam.
—Lena tú no...
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—Aquí no Sam, Kara no sabe nada.
—¿Qué?
—No hablare aquí. —camine de vuelta a la cocina intentando poner mi mejor cara.
—¡Lena!
—Disculpen. —sentí mucho interrumpirlas, Alex hablaba de algo con alegría. —Kara, tengo que irme.
—¿Esta todo bien?
—Sí, gracias por todo, estuvo riquísimo. —tome mi bolso, me despedí de ambas y salí, definitivamente no quería que Kara me viera en mal estado. Sali seguida de Sam, no me gustaba discutir con ella, me alcanzo justo frente a su auto.
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—Yo te llevo, por favor. —susurro tomando mi mano, asentí y rodee el auto para subir, al levantar el rostro vi a Kara mirándonos, su rostro era pura confusión.
—No quiero que Kara sepa. —dije después de un rato en silencio, Sam me miro con curiosidad. —no quiero que me tenga lastima.
—Nadie podría tenerte lastima, Leni.
—¿Le dirás a Lía?
—No, pero necesito que hables conmigo.
—No quiero seguir con el tratamiento. —Samantha freno de golpe, sabia lo que venia.
—¿De qué estas hablando?
—Lo que oíste. —Samantha se orillo y desabrocho su cinturón para después girar y verme. —no quiero seguir con el tratamiento.
—Lena, sabes lo que eso significa.
—Lo sé, pero estoy tan cansada.
—Estoy segura que sí, pero no puedes darte por vencida tú no...
