Un momento de felicidad

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LENA


—¿Lucy?

—Sí, cuánta casualidad ¿No crees?

—Sí, demasiada. Y dices que Kara te dijo que era una vieja amiga.

—Sí, aunque no creo que lo de amiga sea literal, sentí a Kara muy tensa cuando ella llegó. —Lía frunció el ceño.

—Tal vez es una conocida no tan agradable. —encogí los hombros.

—Probablemente por eso no me hablo de ella cuando conoció a mi Lucy.

—Tal vez. —Lia colocó un plato con fruta frente a mí y me sonrió.

—Hay algo más de lo que quiero hablarte. —comenté tomando un trozo de manzana.

—Dime.

—Kara me ha dicho que... am, yo le...

—Tú le gustas. —levante la mirada un poco sorprendida.

—Tú, cómo...

—Cielo, he visto cómo te mira, la forma en cómo te trata y no solo a ella. Tú sientes lo mismo. —aquella afirmación me sorprendió aún más.

—Sí. —admití dejando escapar aquella sonrisa que reprimía desde que me aleje de Kara. —me gusta y estoy feliz al saber que soy correspondida. —sabía que Lia estaría temerosa, pero nunca le ocultaba nada y menos algo que me hiciera tan feliz.

—Sabes que lo único que quiero es que seas feliz. ¿Cierto?

—Lo sé.

—No te niego que me aterra pensar que alguien puede hacerte sufrir, pero creo que Sam tiene razón. —sonreí imaginando las palabras de Sam. —tengo que dejar que vivas, no puedo seguir teniéndote en una burbuja. —rodee la barra de la cocina y abrace a Lia, era una mujer extraordinaria.

—Gracias. —Lia dejó un beso en mi cabeza.

—Aunque Kara tiene que saber que si te lastima, se las verá conmigo. —sonreí asintiendo. —bueno, deberías apresurarte, Samantha no tardará en llegar. —subí a mi habitación por una chaqueta, Sam me había invitado a tomar un café y la verdad eso me había quedado de maravilla, necesitaba hablar con ella.

Después de unos minutos Sam y yo salíamos a su lugar favorito, según ella, era el único lugar donde se lo preparaban tal y cómo le gustaba.

—Y dime. ¿Cómo te ha ido en la facultad? —cuestionó Sam en cuanto se detuvo en un semáforo.

—Bien, los exámenes han estado algo difíciles, pero nada con lo que no pueda lidiar.

—Ya lo creo.

—Sam

—Sí.

—¿Tú conoces a una amiga de Kara, llamada Lucy? —Sam me miro con el ceño fruncido.

—¿Ella te hablo de Lucy?

—Entonces sí la conoces. —afirme sonriendo. —y no, no me había hablado de ella, la conocí en casa de Kara, me pareció que llego de sorpresa.

—¿Qué?

—Sí, estábamos en el jardín, ella apareció y por la expresión de Kara, me pareció que llego sin avisar.

—No me extraña. —susurró Samantha entrando al estacionamiento del café.

—¿Por que lo dices? —bajamos del auto y entramos al lugar, era un lugar muy ameno, tenía unos enormes ventanales y una luz cálida. Sam escogió una mesa cerca de la ventana, ella decía que amaba tomar café mientras veía el transcurrir de la ciudad. —¿Y bien? —cuestione en cuanto nos sentamos.

—Sí, conozco a Lucy, la conocí cuando Alex y Kara vivían en Indiana. La verdad es que no es de mi agrado.

—Al parecer tampoco de Kara.

—¿Por que lo dices?

—Porque la noté tensa en cuanto ella apareció, la saludo muy cortante.

—Sí bueno, tiene sus razones. —la chica que atendía las mesas, tomó nuestro pedido y se alejó con una sonrisa. —razones que ya te dará ella en su momento.

—Sí, supongo que sí.

—Lucy es una persona poco agradable, por favor si te topas con ella, no caigas en su juego. —fruncí el ceño ante la preocupación de Sam, pero no dije nada, solo asentí.

—Tengo que contarte algo. —decidí cambiar de tema.

—Soy toda oídos. —contesto Sam sonriendo.

—Kara me dijo que le gustó. —Samantha dejó escapar una risita, sabía que estaba feliz por mí.

—¡Por fin! —exclamó levantando las manos.

—Y yo le dije que me pasaba lo mismo. —dije sonriendo. Sam tomó mis manos sobre la mesa.

—Me da mucho gusto por ambas, estoy segura que las dos se harán bien.

—Sí, bueno, quedamos en llevarlo poco a poco, pero estoy feliz al saber que ella siente lo mismo que yo.

—Es imposible que no lo sintiera, eres genial, Leni. Pero dime, ya hablaste con ella sobre...

—No. —interrumpí al saber a lo que se refería. —estuve apunto de hacerlo, pero justo en ese momento llego su amiga.

—Nada prudente como siempre. —comentó Sam girando los ojos.

—Ya veo que no te agrada para nada. —comente riendo. —gracias. —dije en cuanto la chica colocó mi café frente a mí. Sam hizo lo mismo con una sonrisa.

—En cuánto tengas oportunidad, debes decirle, merece saberlo.

—Lo haré, no pienso iniciar nada con ella sin que lo sepa, no sería justo. —Samantha asintió bebiendo un sorbo de su café.

Y lo haría en cuanto viera a Kara hablaría con ella, estaba nerviosa porque no sabía cómo iba a reaccionar, pero no podía seguirle ocultando algo tan delicado.

—Creo que deberíamos irnos, me siento cansada.

—Claro, pido la cuenta y nos vamos. —Sam se adelantó a pagar mientras yo me colocaba mi chaqueta, la verdad es que nunca me había sentido tan cansada, suspiré intentando controlar mi respiración, pero aquello me mareo tanto que trastrabille. Di la vuelta y camine hacia Sam, la vista comenzó hacerme una mala pasada, abría y cerraba los ojos para ver bien, pero entre más lo hacía más borroso veía.

—Sa... Sam. —susurre antes de que todo se pusiera negro y lo último que escuchara fuera a Sam gritando mi nombre.
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Hola a los que aún anden por aquí, siento mucho dejar tanto tiempo sin actualizar, pero la verdad he andado con un bloqueo interminable, luego con el termino de la serie no sé a quién aún le agrade leer fics Supercorp, aún así, tengo intenciones de terminar este fic. Ojalá le sigan dando una oportunidad ☺️🥰🤗

Corazón Bipolar SUPERCORPDonde viven las historias. Descúbrelo ahora