CAPÍTULO I: La Hechicera

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Hola, antes que nada quiero agradecerles muchísimo que se interesen por esta, mi primera historia, espero les agrade tanto como a mi hacerla.
Algunas pautas son:
-Letra en cursiva: Flashback
-Letra en cursiva y en negrita: Pensamientos o recuerdos.

Wattpad suele cambiar las rayas por guiones, disculpen si pasa eso.

Eso es todo, muchísimas gracias. Espero disfruten este pequeño primer capítulo.

En el siglo XVIII, mientras el radiante sol aparecía por la ventana de la habitación más grande del palacio, luciendo aparentemente como un perfecto día, estaba tan alejado de serlo

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En el siglo XVIII, mientras el radiante sol aparecía por la ventana de la habitación más grande del palacio, luciendo aparentemente como un perfecto día, estaba tan alejado de serlo.

Mick Jagger yacía vistiendo traje negro, acompañado de una blanca prenda en su interior, con zapatos tan negros y relucientes. De su larga cabellera relucían divertidos rizos que él peinaba observando su rostro en el reflejo que se posicionaba frente a este. No se veía feliz. No ese día.

-¿Por qué tengo que hacer esto? -se preguntó mientras cálidas lágrimas que nublaban sus ojos caían una tras otra con prisa, llevándose ambas manos al rostro, agachó la cabeza y lloro entre lamentos cuán amargos no cesaban.

El plañido de Mick se vio interrumpido por toques en la puerta, este giró hacia ella, limpiando rastros de su lloriqueo y cuando la abrió, ahí estaba.

Él no podía creerlo -Tú, en serio estas aquí -pupilas completamente dilatadas, el corazón acelerado, lucía como si su dolor fue arrebatado con esa sola presencia.

-Vine a asegurarme que te atrevas a hacerlo.

-¿Hacer qué? -preguntó Mick, frunciendo el ceño.

-Casarte -dijo con pesar mientras lo observaba de pies a cabeza. -Mírate, te ves jodidamente bien. ¡Demonios! -lloró.

-David, sabes que daría lo que fuera por no estar aquí, pero parezco no tener opción.

-No vine a rogarte que no lo hagas -empujó con repulsión. -Lo lamento, no quise arruinar tu traje -con sorna expresó.

Mick sabía, a David, el más joven de los Bowie, le dolía ver que estaba a punto de casarse con Sara Liare, hija del hombre más adinerado del pueblo Menzogna.

Aquella tarde, el himeneo sería beneficio para ambas familias. El rey Jagger había prometido unir sus tierras a las de los Liare, reforzando sus ejércitos contra las bestias que habitaban las cuevas.
Estas parecían aprovechar la noche para salir y beberse la sangre de los animales del campo. El pueblo de Menzogna gozaba de un muro enorme a prueba de las bestias, pero sabían que llegaría el momento en que las paredes no aguantarían y éstas intentarían cruzar cuando ya no haya más animales con que alimentarse o simplemente logren entrar.

A pesar de la muralla, Menzogna era amplio y poseía diversos pequeños bosques, cascadas y de gran vegetación.
Mick había conocido a David cinco veranos antes. Los Bowie eran pobres, el padre carpintero y madre ama de casa, vivían en un humilde hogar junto a sus tres hijos, Lexie, Damián y David.

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