Con el ceño fruncido y los ojos aún cerrados, lágrimas caían de uno de los ojos de Mick. Recordar le dolía. Abrió sus cristalinos marinos y fue que observó, faltaban diez minutos. Contando cada segundo, los sentía eternos.
Se levantó para ir al baño y estando ahí, observó su rostro, peinó sus rulos. Hacía mueca de sonrisa y la borraba de inmediato, una y otra vez. Parecía divertirse.
—¡Ya es hora!—gritó, y casi tan pronto se tapó la boca con sus manos en un intento de evitar que se le haya escuchado.
De pasos sigilosos sin intención de ruido, tomó un abrigo y salió de la habitación.
Por los pasillos oscuros iba más deprisa, bajaba luciendo una inmensa sonrisa por las escaleras.Cogio la llave del estante, procurando no mover las demás. Abrió la puerta. Sentía eso, lo olía. Su libertad, al menos por unas horas.
Corría dichoso al encuentro con el amor. El amor de Bo.
Lo observó, recostado en una encina que estaba frente a la estruendosa cascada. La luna le favorecía al cielo brindándo su más brillante luz.David giró su rostro y dio con la figura de Mick. Le sonrió. Ambos sonrieron.
—Me alegra que vinieras.
—Lo habría hecho sin importar qué.
—Perdón por aparecer afuera de tu boda.
—Eso no fue una boda.
—Lucía como una.
—¡No! ¡No lo fue!
—Sonreias hasta que me viste.
—¿Qué? Claro que no. Estaba fingiendo. Estuve destrozado. ¡Cómo te atreves!
—¿Destrozado? Yo me rompí en pedazos al verte con ella. Pensar que la besaste. Pensar en que dormirías con ella. Yo, yo estoy destrozado. ¡Maldita sea!
—¿Cómo me dices esto? ¿Por qué me haces esto?. He pensando todo el día en ti. No hubo segundo en que no. Deseando que sea medianoche para estar contigo y tú, ¿me dices esto?
—Solo piensa en cómo te pondrías si me vieras casarme con otra persona. No es fácil ignorar que ahora le perteneces a alguien más.
—Demonios, David. ¡Mírame! Todo yo te pertenezco. Siempre ha sido así. Ni siquiera soy mío, tú lo eres todo. ¡Carajo! Siempre voy a ser tuyo.
—Mick, no.
—¿No? No, ¿qué?
—No me dejes.—lo tomó fuertemente con sus manos y lo acercó a él. Lo besó.
David tenía una mano en el rostro de Mick, mientras sus labios buscaban más en los de este. De sus ojos aunque cerrados brotaban lágrimas. Parecía no poder besarlo sin evitar llorar.
Cuando el dulce, y a la vez amargo, beso terminó, ambos se mostraban aún más sedientos.
—Ven aquí.—le indicó David, palmeando su pierna. Mick lo hizo de inmediato.
Le desprendía con fuerza cada una de sus prendas. Le lamía desde el cuello, mientras el otro se inclinaba más para que prosiga hasta llegar al centro de este. Envueltos, amantes envueltos.Las yemas de sus dedos con desdén recorrían el cuerpo de su pareja.
Cuando Mick cayó sobre el pastizal, David probó la hombría de este con sus labios. Lo tenía adentro, chocando en su paladar. Saboreaba cada entrada y salida de este en su boca. Succionando el albo líquido que, producto del placer, escapaba.—Voy a girarte. Necesito entrar en ti.
—¡Hazlo! Te necesito en mi. ¡Hazlo!.
Bowie giró el cuerpo de Mick para introducir en él toda su erección.
Gemía, gemía y gemía. Mientras David se enterraba en él.
Se inclinó para lamer su espalda, dejaba en ella pequeños besos y proseguía introduciéndose en su amante cada vez con más intensidad, mientras este con una mano agitaba su miembro y seguía gimiendo.
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MENZOGNA
FanfictionMenzogna es un pueblo cuya monarquía contempla en la más alta habitación, a un príncipe que empieza a vivir y experimentar su sexualidad, limitada a las obligaciones como futuro rey. Pero, Menzogna es mucho más que un pueblo donde su futuro rey ten...