✨Pedido de: egg_without_white✨
“Lo esperé toda mí vida”.
No es algo que admitiera fácilmente, pero de verdad que Daniel había pensando que ambos juntos iban a ser una catástrofe. Pensó que los estilos los iban a incomodar y aunque al principio podía ser una cosa que les aturdía, encontraron el equilibrio. Era irónico, Daniel encontró el equilibrio exactamente en la persona que más rápido lo sacaba de su paz mental. Pero no le molestaba, no era como para que eso se malentendierá. Solo que, era inesperado, hacia poco solo quería una distancia con Johnny, una que hiciera que no le pesará el cuerpo ni el corazón como había pasado hace más de treinta años atrás. No quería eso devuelta, tampoco quería entender que pese a los años, la distancia, los caminos que había tomado y demás, su corazón seguía latiendo cuando Johnny se acercaba.
Cuando tenía diecisiete años, se prometió ignorarlo, si ignoras algo, puedes fingir que no existe, y Daniel, que después de los acontecimientos del 85 necesitaba mantener todo en control, siguió ignorando su enamoramiento de los diecisiete por Johnny Lawrence.Durante los primeros años, buscaba pese a todo, una cabellera rubia, sintiéndose sin aire cada vez que parecía que era, pero al final no era. Luego, cuando estaba en el intermedio de los veinte, siguió buscando inconscientemente a ese rubio. Beso a algunos, pero no era lo mismo. Nunca lo fue. Y ahora, viendo como el Johnny Lawrence original estaba en su patio, sentía que enserio no podía controlar más el palpitar de su corazón. Amanda le había dicho hacia mucho, que no se podían ignorar esos temas, se lo dijo cuando se divorciaron, cuando lo veía en el trabajo o cuando solo se juntaban a tomar un café. Pero era difícil, Johnny podía darle una paliza, no tan fácilmente como hacía años, pero podía mirarlo con repugnancia y eso no era algo a lo que estaba seguro de enfrentar.
Anthony soltó una risa, dos semanas después de que aquel dojo combinado inicio, su hijo menor se vio fascinado por el karate, en realidad por el karate de Johnny. Eso había causado sonrisas de burla por el rubio, oh realmente esas sonrisas le hacían algo. Pero prefería ignorarlo, mirando hacia otro lado mientras hacía una mueca de indignación. Regresó a la oficina, escuchando la despedida de Anthony hacia Johnny. El niño llegó corriendo dónde él también, y luego se fue. Él siempre había vivido con Amanda, por otro lado Samantha se había encontrado más apegada a él.
Johnny soltó un quejido avanzando hacia donde estaba sentado.
—Mañana no hay clases. —comentó Johnny mirando sin interés los papeles que Daniel revisaba.
—No. Necesitan descansos, no podemos hacerlos competir si no se encuentran en tranquilidad.
—Si si. Ya entendí Danielle, deja de ser tan intenso con lo del balance y toda esa cosa rara.
Daniel rodó los ojos, ¿Cosa rara? Enserio, cómo era que aún tenía un enamoramiento por este hombre grosero y que parecía salido de las cavernas.
—¿Quieres algo más? —preguntó Daniel. Levantó su rostro de la vista de la hojas, notando está vez que los ojos azules de Johnny estaban fijos en él. Se sintió algo cohibido, y era extraño.
Tenía más de cincuenta, no podía simplemente congelarse porque le miraban de esa forma. No un momento, si podía, pero era algo solo de Johnny, él tenía ese estúpido aire que le hacía a Daniel pensar cosas muy raras. Y no, no debería pensarlas, porque es un hombre importante de negocios, pero bueno, Johnny es,ya lo había dicho, quien siempre descontrolaba su tranquilidad.
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Cofre de historias LawRusso
FanfictionUn lugar más donde termino mostrando otras tantas cosas (puede que algunas muy random) que me rondan la mente.