Amelia siempre ha tenido que vivir de un lado a otro.
Ser huérfana no es fácil y menos, cuando te terminan cambiando por alguien más joven. Lo que hace que aparente ser una chica fría y dura, aunque, cuando la conoces es la chica más dulce.
Ella ju...
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𝐂𝐇𝐀𝐏𝐓𝐄𝐑 𝐗𝐗𝐈𝐕 | 𝐉𝐄𝐀𝐋𝐎𝐔𝐒
A
melia Rhee.
Tal como yo había pensado, nuestro amor iba a sobrevivir a una estúpida cuarentena y aunque me había enojado mucho por la manera en que se arriesgo, ahora no importaba mucho.
Solo quería abrazarlo de nuevo.
Una vez que la vacuna fue conseguida pudimos salir de nuestra cuarentena excepto los que aún parecían mostrar algunos síntomas.
—Lo siento, mi amor...— hablo él primero una vez que estuvimos frente a frente.— Sabía que ibas a preocuparte y enojarte si te enterabas que yo había entrado ahí y...
—Esta bien, corazón.— sonreí hacia él.— Pero por favor recuerda... la curiosidad mato al gato. Ten más cuidado con lo que haces.
—Lo se...—respondió aun con algo de pena. Y dudando si acercarse o decir algo más.
—Ahora... ven aquí y abrázame, ¿no me extrañaste?— pregunté alzando los brazos para recibirlo con un abrazo.
—Te extrañe con todo mi ser.— dijo para acercarse y abrazarme.
Este abrazo lo llevaba anhelando desde que había comenzado la cuarentena.
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Las cosas en la prisión habían vuelto un poco a la normalidad, cada quien metido en sus asuntos y trabajando aún más que antes de la enfermedad.
Algo que no había cambiado es mi odio hacia cierta personita que parecía decidida a seguir coqueteando con Carl.
Mire del otro lado de la esquina como es que Lizzie le sonreía demasiado a Carl. Ambos estaban sonriendo mucho.
Pase un poco por ahí para averiguar un poco sobre qué estaban hablando.
"Oh, Carl. Me alegra muchísimo que estés de vuelta, te extrañe." Escuche que le decía mientras acariciaba un poco su hombro.
