Temporada de rebajas románticas.

28 0 0
                                    

TEMPORADA DE REBAJAS ROMÁNTICAS:

“Ella“ se despidió de mi dejandome sólo un recado: “Te amo. Me chocas, pero te amo”. El amor es un poema cursi en el festival de la primavera. El amor es una tarjeta de seis varos. El amor es un guión de telenovela. El amor es una carta poder en malas manos. El amor es la declaración febril de un escolapio. El amor es una lencería de terciopelo, una caja de chocolates Ferrero, un ramo de rosas envueltas en papel celofán para evitar las espinas. El amor es una canción puesta todo el día. El amor es un instructivo para armar una trampa de osos. El amor es un hotel con orgasmos rotos, un infierno custodiado por un diablo perezoso. Y yo, que no soy carcelero de pasiones malsanas, ni de amores que matan, ni de prisiones a prueba de fugas. No, yo sólo soy un tipo que no se deja asesorar por el corazón. Soy ese turista con un mapa de la soledad. Soy un prófugo de mis instintos. Soy el fogonero de las mejores noches, de las madrugadas incendiadas, de atajos que no me llevan a nada. Así que “Ella“ y yo terminamos, no sin antes soportar los últimos reclamos: “Nunca me amaste”, “eres igualito a todos”, “seguro vas a regresar con tu ex-vieja”, “pero cuando me veas con otro te vas a dar cuenta de lo que te perdiste”, “nadie te va a aguantar todo lo que yo te he aguantado” y demás etcéteras. Dios mío, en qué pinche academia la educaste. Lástima, era demasiado linda para ser verdad.

“¿Y tú, eres cursi?”, me preguntó una noche. “Por supuesto que no”, dejé en claro. “Bueno, nadie es perfecto”, lamentó. Un silencio se recostó en medio de los dos. Yo miré al techo y pensé: “Sí supieras cuanto te amo, no me dejarías nunca“.

2da, resacaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora