Sorpresa

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Pasaron dos semanas de la aventura en el motel y los enamorados ya se encontraban en la fecha del cumpleaños número diecinueve de Jotaro, el 6 de febrero.

Noriko y Holy no paraban de moverse de aquí a allá, cocinando para un batallón y decorando la recepción y el comedor de la casa con guirnaldas y globos.

Por supuesto, Polnareff vendría al cumpleaños de su mejor amigo como había venido al cumpleaños de Noriko el pasado 23 de julio, pero esto sería una sorpresa.

Esta era una ocasión totalmente diferente al cumpleaños dieciocho de Jotaro, cuando todos aún estaban deprimidos por la reciente muerte de Avdol e Iggy y el estado de salud de Noriko, quien aún se encontraba internada.

Cuando terminó de ayudar a Holy con los preparativos, Noriko llevó a Jotaro a una cita en el parque de diversiones mientras Pol llegaba a la mansión Kujo.

Pasearon en la montaña rusa, las tazas giratorias, los autos chocones e incluso el túnel del amor, donde ambos adolescentes se tocaron en los lugares más íntimos, aprovechando la oscuridad del lugar.

Además de las típicas atracciones y de comer algodón de azúcar y palomitas, Jotaro ganó varios premios en los juegos de fuerza y destreza, por lo que Noriko salió de allí contenta y llena de peluches de regalo.

-Es tu cumpleaños y todavía me das regalos... Eres tan lindo... -. Le dijo Noriko abrazando sus peluches.

Jotaro sonrió y le quitó algunos de los peluches, ya que varios se le estaban por caer.

-Es una lástima que no me hayan dado bolsos, ¿no crees?

Noriko se echó una risita tierna.

-Nadie espera a un grandulón de casi dos metros con la precisión de un francotirador...

-En eso tienes razón... -. Respondió él entre risas. -Genes Joestar -. Agregó.

Noriko sonrió y lo tomó de la mano con su mano libre.

La pareja tomó un taxi hasta la mansión. Cuando llegaron y traspasaron el umbral de la puerta principal, Polnareff gritó: "¡Surprendre!" y abrazó a Jotaro con fuerza.

Jotaro, en respuesta, correspondió el abrazo con un apretón que a cualquier otro le hubiera roto las costillas.

-¡Pol! ¡¿Cómo estás?! -. Exclamó Jotaro, feliz de ver a su mejor amigo.

-¡Magnifique! -. Respondió Pol con una sonrisa que mostraba todos sus dientes.

Luego de aquello, Jotaro, Noriko, Polnareff, Joseph, Holy y Suzie cenaron y charlaron de distintos tópicos.

De pronto, se escuchó el ruido de unas llaves en la puerta principal. La figura de un hombre de mediana estatura, cabellos negros y ojos cafés enmarcados por unos grandes lentes cuadrados llevando el estuche de un instrumento musical se apareció ante todos.

A Jotaro el corazón le dió un vuelco y, seguidamente, sintió todo su cuerpo arder de la ira.

-¡Oh! -. Exclamó el hombre. -¡Vaya! ¡Toda la familia está reunida! Sin embargo, veo caras nuevas...

-Hola, padre...-. Saludó Jotaro entre dientes.

Noriko y Polnareff miraron a Jotaro preocupados, conscientes de lo que este pensaba de su propio padre.

Por otro lado, Joseph miraba al hombre con incredulidad y el ceño fruncido. ¿En serio se dignaba a aparecer JUSTO HOY?

-¡Sadao! -. Exclamó Holy llevándose una mano al corazón. -¿Cómo no avisas antes de venir?

Rosas y espinas (Jotakak)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora