Prólogo

2.8K 133 10
                                    

Muchísimas gracias a @natali27cz por la bellísima portada. El arte original es de Rboz, los personajes de Fairy Tail son de Hiro Mashima y la historia es mía. Ahora sí, lean.

Un día hermoso de sol, el emperador Titus Makarov Flavius recibió una carta de su bella esposa Cesárea Silva desde Alejandría. Su esposa había cumplido su fervoroso deseo. Había viajado hasta ahí en avanzado estado de gestación y, en el palacio del gobernador local, le llegó la hora del parto. En la carta, la reina le decía a su esposo lo hermosa que era su niña, Rea Octavia. Tenía el pelo de su madre y la mirada de su padre. El emperador mandó, entonces, a celebrar un banquete en honor de la que, según él, sería La Flor de Roma. El príncipe Laxus, su hijo mayor, también estaba emocionado y le decía a todo el que quisiera oírlo que sería un gran hermano mayor.

Sin embargo, días después, el emperador se vistió de luto con toda su gente. A los pocos días del nacimiento de la pequeña, un grupo de bárbaros atacó el palacio del gobernador. Roma había capturado a un jefe bárbaro en Egipto y sus seguidores, en venganza, atacaron el palacio del gobernador, sabiendo que ahí estaría la reina.

Ella, en su instinto de madre, tomo la decisión más desesperada, con el poco tiempo que tenía, para poder reconocer a su hija, pues presentía que estos hombres en venganza se la llevarían viva.

El secreto se lo dio a su esclava muda, una esclava que solo era entendida por la reina y su esposo. Tenía la orden de cómo sea, dar el mensaje al César.

Reina y esclava escaparon juntas, pero en su intento fueron alcanzadas por los bárbaros. La reina le dio la orden de irse, y ella obedeció. La esclava corrió y los bárbaros solo se preocuparon de la reina y mientras uno la mataba, otro se llevaba a la niña.

Al día siguiente, el cuerpo de la reina fue encontrado y preparado para ser regresado a Roma y la esclava cumplió la última orden de su señora.

Cuando El César recibió el cuerpo de su esposa, quiso velarlo en privado antes de que fuera incinerada, según la costumbre. Entró, entonces, pasando a los guardias, la esclava de su esposa. Se echó a los pies del César y señaló el cuerpo de la reina, y luego abrió la boca y se la señaló.El Emperador despidió a los guardias y con sumo cuidado abrió la boca de su esposa. Ahí encontró una nota que explicaba todo lo que hizo por su hija.

Sin embargo, el emperador no tenía en los dioses la misma fe que su esposa y en su depresión olvidó esa carta, guardándola con los recuerdos de su esposa. Nunca buscó a su hija y trató de olvidar su desgracia, que llega hasta donde un amado emperador.

La Flor de RomaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora