Capítulo 13.

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Capítulo 13.

Las cosas no siguieron su curso, eso estaba claro.

Flug siguió soñando esos recuerdos que no parecen serlo y empezó a olvidar detalles insignificantes que para él no lo son. Black Hat lo notaba, prácticamente se había vuelto un maestro sobre el funcionamiento de la mente de Flug, se había metido en sus sueños y había peleado con esas memorias que no son memorias, las había distorsionado para que perdieran sentido y que Flug simplemente pensara en ella como sueños extraños. Pero podía notar como Flug se rendía, un hombre atrapado en su propia mente y llorando por escapar.

Nadie nunca mencionó que cuando uno se vuelve un eco no desaparece en la nada, quedas atrapado dentro de tí, atrapado tan profundo que lo único que sientes es tu propio sufrir. Con la cantidad de veces que Black Hat había regresado podríamos decir que Flug llevaba ya unos siglos llorando, enterrado en sí mismo.

Si alguien pudiera escucharlo sabría que estaba rogando por echarle un vistazo al otro lado, estaba pasando el tiempo y su mente envejecía. El solo rogaba por recuperar el control para acabar con el ciclo de sufrimiento, ya no le quedaba nada en el mundo terrenal. Pero Black Hat es un ser cruel y egoísta, Flug firmó un contrato donde le otorgaba su alma, su ser entero, a el más grande villano y algo tan banal como el tiempo no rompería ese contrato.

*

Flug podía sentir como recorría la vida solo, la sombra que estaba detrás de él a todo momento, sombra que lo atormentaba desde niño, no contaba. Para él no.

Uno puede estar totalmente rodeado de cuerpos que te abrazan, tocan y te susurran al oído que te aman y aún así sentir como esas palabras se deslizan y repelen entre sí, cancelando cualquier sentimiento real que se oculte bajo la superficie.

Era perfectamente capaz de darse cuenta que la sombra a su lado le hacía de escudo para que la gente lo dejará solo. No entendía que hizo para recibir tal castigo, aunque tampoco podía ignorar que amaba que un cosa como la que lo seguía estuviera al tanto de él, le hacía sentirse poderoso por que no importaba que tan solo se sintiera, él se consolaba con un solo pensamiento: al final todos se iban por que no soportaban su poder, la gente solo lo quería cuando él era una pequeña cosa que cuidar y proteger, cuando los papeles se invierten, cuando tenían que ver hacía arriba para apreciar que no estaban al mismo nivel, es cuando lo despreciaban.

*

Flug siguió encontrando habitaciones nuevas en la mansión, pasadizos secretos, ventanas que apuntaban hacía lugares imposibles, puertas que abrían hacía el techo, los problemas con los hat bots solo aumentaban, 5.0.5 era lastimado tantas veces que todo sus segundos libres iban en él.

Casi parecía como si la mansión misma se empeñara en no darle tiempo para pensar, estaba tan ocupado que no dormiría si no fuera obligatorio. Black Hat podía ser un monstruo pero siempre los obligaba a comer, dormir y bañarse. Cuidaba y mantenía en perfecto estado a todas sus mascotas.

A todo el caos que era su vida había que agregarle las extrañas pláticas que sucedían en la oficina de Black Hat. Muchas de esas pláticas se sentían como si fueran repetidas, casi como si Black se supiera de memoria cualquier palabra que saliera de su boca, era como presenciar una obra de teatro de sus propias acciones. A veces decía algo que rompía el hechizo, algo que se sentía nuevo para los dos y eso hacía que apareciera una sonrisa en los labios de su Jefe. Esa sonrisa se volvía hambrienta como si quisiera devorarlo, esa sonrisa le hacía temblar con una especie de anticipación que no lograba reconocer en sí mismo.

Quería tomar un pedazo de cada palabra dicha y atesorarla en secreto, volverla parte de sí mismo y devorarla en pequeños pedazos, quién sabe cuándo volvería a decir algo que provocará otra sonrisa parecida.

Sentía que los últimos cinco días habían sido eternos, Black Hat prácticamente no lo dejaba nunca solo, podía sentirlo en cada rincón oscuro mirando, pero, por alguna razón, se sentía familiar esa sensación de ser observado. Le recordaba a cuando era niño y estaba completamente solo, le recordaba a cuando fue convocado para la escuela de villanía de Black Hat Org. Puedo sentir esa mirada y de repente sintió como cada hueso suyo fue jalado hacia dentro y vuelto a armar, cuando puedo recobrar la compostura estaba frente a un villano antiguamente desaparecido. Le dio la bienvenida, una carta con instrucciones y la llave al que sería su nuevo cuarto.

No tuvo a nadie que lo extrañara o nadie que al le importara que notara su ausencia. De cierta manera el ser traído para la escuela de Black Hat era todo un privilegio, matabas o morías por entrar, él era afortunado, fue convocado.

"Bello rostro"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora