Capítulo 12.

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Capítulo 12.

Desde que conocí a Flug sentí, no hay más, sentí. Torturar personas me trajo un placer renovado, la organización cobró fuerza, mi nombre de por sí temido, arrasó una vez más el universo. Ël es la representación perfecta de una droga para mí, su mente está configurada distinta, sus ojos infantiles fueron capaces de verme y mantenerse centrados, un niño fue uno de los seres más valientes que se plantó frente a mí, al hacer eso sentí la necesidad de quebrantar ese espíritu. Romperlo de tal manera que el mínimo indicio de mi presencia lo hiciera llorar.

De alguna manera lo logré, me volví el titiritero de su vida, un empujón por aquí, un golpe por allá, una muerte en la esquina. Realmente no fue muy difícil guiarlo, él lo suplico en cada momento de sueño y en cada momento de vigilia, él realmente rogaba por que alguien lo tomará y le dijera que hacer, ama eso.

Con una mente tan fragmentada como la suya el que le den órdenes le mantiene centrado, pero su mismo ego le impide aceptar órdenes de seres que no son y una parte de lo que él, prácticamente se derritio en sí mismo cuando escuchó por primera vez sobre mí, un ser tan poderoso que acechaba en cada esquina y solo te buscaba si eras lo suficientemente importante como para requerir su atención, o claro, si la paga era buena.

Cuando tuvo la edad suficiente le enseñé el camino a mi escuela, camino que tomó ligeramente contra su voluntad, no hay muchos estudiantes que tengan tremendo privilegio y cuando Flug descubrió que lo era, prácticamente se puso de rodillas y aceptó su destino gustoso.

Sus calificaciones y su mente no hicieron más que complacerme, sus amistades por otro lado, mi Flug querido es bastante manipulable en lo romántico, dale un poco de atención y te seguirá como un perro faldero, debí haber corregido eso en su niñez. Realmente pensé que se le quitaría con los años, olvide lo frágil que es la psique humana en sus años jóvenes, como algo como ser ignorado por prácticamente cualquier adulto, un perro como compañía y una sombra que nunca lo dejaba podrían afectar tanto.

Afortunadamente ese amor pasajero le robó y dejó, le hizo darse cuenta que no podía confiar en nadie y que su única misión era servirme. Cada noche antes de dormir susurraba uno de mis tantos nombres me prometía estar para mí en cuerpo y alma, solo quería una oportunidad de ser reconocido más allá de sus pocas menciones en las televisoras locales.

Poco después de graduarse y de haberse ganado un nemesis se robó un avión y voló directamente a mi mansión, no hace falta decir que estaba tremendamente intoxicado. Estaba tan desesperado de ser visto que no se le ocurrió mejor idea que buscar la última ubicación conocida de mi mansión y volar directamente hacía mí. No hay que explicar que su audacia me sorprendió, en mis planes aún faltaban algunos años para que llegará a mí, pero a ese tipo de oportunidad no se le ha de desperdiciar.

Fuí a su encuentro y lo encontré inconsciente entre algunas llamas, estaba herido, pero nada de gravedad. El avión me gusto lo suficiente como para guardarlo, apague las llamas y lo estabilice para que no cayera o rompiera más mi techo.

Nunca había tocado de manera tan directa a Flug, a ningún ser en realidad, por lo general prefería usar la magia y mis guantes para mantener una barrera entre el resto de seres inferiores y yo. Con Flug esa barrera no se sintió tan necesaria, mis manos anhelaban tocar al niño que prácticamente críe, al hombre al cuál le di forma.

Lo cargue en mis brazos y sentí cada hueso suyo, vi su rostro, que de haber estado en cualquier otro ser me hubiera dado repugnancia con él solo sentí placer, un ser tan bello y solo para mí. Un rostro así debía ser ocultado, solo yo era merecedor de esos ojos que muestran tanto.

En mi oficina lo acomodé en el suelo, apague cada luz y cerré cada cortina, me senté en mi escritorio y solo espere. Lo siguiente ya lo conocen, se volvió mi científico, líder de mis operaciones y mi mano derecha.

Le permití cuanto capricho quiso, incluso sus errores eran entretenidos, para cuando me di cuenta mi mansión estaba infestada de sus inventos: sus robots, máquinas y cámaras, todo el sótano era suyo, casi cada cosa que me pedía se le era entregada de inmediato. Fueron unos buenos años, luego llegó la mucosa y pude ver su compasión y sadismo en conflicto, casi hago que se deshaga de ella, pero en cuanto se recompuso se dejó llevar por la melodía que los gritos de la niña hacían.

La niña obtuvo un nuevo nombre y se volvió un miembro reconocido de la organización, Demencia fue el original nombre que se le ocurrió a Flug, después de Demencia llegaron una infinidad de experimentos que terminaron encerrados en el laboratorio para investigar qué salió mal. Le pedí un ser como yo, casi como un hijo que criar, más arriba que una mascota pero inferior a mí, me dio a 5.0.5.

Al parecer combino mi ADN y el suyo, y esa cosa terminó saliendo. Realmente traté de matarlo, si no fuera porque Flug rogó que podría entrenarlo, que podría servir, incluso como juguete para mí, ya que este intento de oso era prácticamente indestructible por armas humanas y se regenera a cualquier daño que yo le cause, era perfecto para ese mundano propósito. Flug lo llamó su hijo y la criatura brevemente me llamó padre.

Para cuando me di cuenta ya habían pasado los años, mi científico había crecido, junto a sus experimentos leales a quienes terminó llamando familia. Una noche me presentó un prototipo de una máquina, una que podía cambiarlo todo. Le dije que podía esperar a mañana, me sentía de cierta manera eufórico y quería compartir la sensación, esa fue la primera vez que bailamos.

Luego se volvió casi una costumbre, él venía a mi oficina se quitaba su máscara, balbuceaba sobre cierto experimento que ignoraba y una vez que había hablado unos buenos quince minutos se callaba y me miraba con esos ojos suplicantes, esa era mi señal para invitarlo a bailar, Flug es un terrible bailarín, peor ver sus expresiones cuando estaba junto a mí hacían tolerable sus errores.

Una de esas tantas noches el me beso y yo le correspondí por el simple placer de hacerlo, por el simple placer de saborear un cuerpo humano, ya tenía mi tiempo sin hacerlo y Flug parecía dispuesto. No tomé mucho para que él anhelara más y no tuve reparos en otorgarle lo que quería, lo lleve tan lejos como quise y para Flug parecía no ser suficiente, vino cada vez más a mi oficina y llegó un punto que ni siquiera se iba. Hasta que me presentó un invento, uno que estaba inspirado en mi, como muchos otros no le dí la importancia, le deje crearlo, sinceramente no le había prestado atención sobre que hacía, debí haberlo hecho.

Poco a poco noté cambios en el tiempo, a veces iba rápido, a veces iba muy lento, días que parecían durar meses y meses que duraban segundos. Cuando Flug empezó a olvidar algunas cosas que podrían ser simples pero eran importantes, cuando dejo de hacer sus innecesarias listas es cuando me di cuenta que algo había cambiado.

Flug jugó con el tiempo y el tiempo estaba jugando con él, si seguía así perdería a mi científico, esas pláticas no estarían. Soy poderoso pero el tiempo solo permite que ciertos seres jueguen con él y obviamente Flug no estaba en esa reducida lista, hable con él a profundidad y fue cuando note que mi Flug ya no estaba, quien tenía frente a mí era un eco.

Lo maté varias veces esa tarde, y el resto de la noche, el día siguiente y el mes siguiente. Lo importante aquí es que hable con el tiempo y este me dijo que la única manera de recuperar a mi científico era regresando al antes de la creación de su máquina, prácticamente al inicio de todas nuestras platicas. Eso hice, Flug encontró la forma de hacer la máquina a mis espaldas y volvió a ser un eco, regresé y se repite el ciclo, cada vez regrese un poco antes, use menos el poder en el cuál Flug se inspira. No funcionó.

Volví a hablar con él tiempo y este me dijo que dejara a FLug ser un eco de lo que era, su mente estaba medio intacta, aún podía producir, lo que el tiempo no entendía es todo lo que le invertí al humano, no quería un despojo de lo que era, lo quería completo. Seguí intentándolo, una y otra vez, heme aquí.

Tal vez está sea la vecinda, realmente no importa cuanto tome , tengo todo el tiempo que existe. Flug parece olvidarlo todo y cambiar en cada regreso, ¿SI quiera es el mismo que yo conocí?

En este intento nuestras platicas parecen seguir su curso, ya le deje en claro lo prohibido de su invento, lo lastime lo suficiente para que quede claro. Esta vez todo seguirá su curso y podré concentrarme en cosas más importantes.

"Bello rostro"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora