Querido diario. [Levi Y Tu] HAITUS

O20📖

2 de octubre

Querido diario.

¿Qué esta pasando ahora? Todos están en nuestra contra. Erwin, Hange, mis dos amigos me obligaron a alejarme.

Yo solo quería estar con el cabo mientras mi vida lo permitira, pero parece que no podré hacerlo. No mirar, no estar cerca, no hablarle, esas fueron las instrucciones del coronel Erwin. Lo odio.

Todo esto se esta convirtiendo...

El resto de las palabras parecen ilegibles y hay mucha tinta esparcida por la página.

(. . .)

Un fuerte golpe se escucho detrás de la Oficina del superior Erwin.

—¡Basta! No quiero oirte más —gritó alterada ___(Tn).

—Calmate ___(Tn) —ordenó Hange, tenía una cara totalmente seria.

—Hange, no pensé que estuvieras de su lado —suspiró ella, se sentó de nuevo y comenzó a mover el pie con desesperación.

—¿Separarnos dices? —habló Levi, estaba intentado procesar todo lo que habían dicho.

—Sí, por su bien y por el bien de todo su escuadrón —repitió Erwin, casi la misma línea que parecía ensayada.

—Por nuestro bien—___(Tn) miró a Levi, se había quedado justo delante de la puerta. Suspiró con pesadez para luego sonreír con ironía.

—Solo queremos lo mejor para todos —recalcó Erwin.

—Lo mejor para todos —repitió la chica sonriendo—. Odio esa idea. Ustedes me ayudaron a saber que era lo que quería, lo que sentía y ahora quieren quitarme todo.

—Te ayudamos para que supieras —contestó Erwin —. Jamás estuvimos de acuerdo a que esto continuará. Es peligroso, tanto para él como para tí, así que debemos detenerlos ahora.

—No puedo separarme de ella —intervinó Levi con seriedad —. Me ayuda a preparar el té y a revisar muchos de los papeles, no puedo.

—Nadie es indispensable —contestó Erwin, no estaba dispuesto a rendirse —. Te asignare a otra persona.

—Me niego —dijo Levi.

—Lo lamento, pero no es una decisión que este consultando, ya la tomé. Es todo.

—¡Hange! Sabes que esto es injusto —___(Tn) seguía pidiendo que Hange colaborará con ella, pero simplemente recibió una vista culpable y una respuesta poco esperada.

—Lo siento, considero que es lo mejor.

—Hange...

—Cadete ___(Tn), como su superior le ordeno que no hablé, no vea, ni siquiera se acerque al cabo Levi, hasta que la orden sea retirada no podrá estar en el mismo espacio que él, es todo —habló Erwin con superioridad, sin temor, sin titubear.

—Debes estar bromeando —___(Tn) retrocedió, sus ojos estaban al borde de las lágrimas impidiendo ver bien.

—Llevatela ahora —ordenó Erwin levantándose de la silla.

—Sí —contestó Hange.

___(Tn) estaba  asustada y desesperada quería estar cerca de Levi, Hange lo impidió tomándola con fuerza de la cintura, había quedado a pocos centímetros de él.

—¡Hange no lo hagas! —pidió, pero solo fue ignorada —. No, espera. ¡Levi!

Cuando pasaba por su lado, la chica tomó la mano del cabo, pero no la sostuvo como hace unos instantes. En cambio la miró como la primera vez, una mirada fría y sin significado.

Poco a poco fue soltando la mano de Levi, mientras le sonreía y dejaba que sus lágrimas salieran poco a poco.

Así que volverían al inicio, aún cuando esa misma mañana habían avanzado a pasos enormes con solo tomarse de las manos, aún cuando le había prometido un beso luego de la excursión. Volverían al mismo punto de inicio.

—Esto es una mierda —se quejó ___(Tn), Hange la había llevado cargada hasta su habitación.

—Es por su...

—Ni te atrevas a repetirlo de nuevo —amenazó.

—Debes entender esto, si Levi comienza una relación ahora sería la perdición de todos.

—Claro.

Hange entró a la habitación y la dejó en el suelo cerrando la puerta detrás.

—¡Mira, al menos podrás arreglar las cosas con Petra! —dijo Hange con entusiasmo.

—Sí, Petra —contestó lo que había escuchado, se recostó en la cama con cuidado como sí estuviera muy herida.

—Estarás bien, antes no significaba nada para tí, así que podrás superar esto.

—Antes... antes solo era el cabo Levi, ahora es la persona con la que quería pasar lo que me queda de vida.

—No morirás.

—No lo sabemos, ahora vete.

—Solo recuérdalo... —Hange salió de la habitación dejando a su amiga con los ojos rojos y ganas inmensas de golpear a Erwin.

—Es por el bien de la humanidad, claro.

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