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Viernes 26 de enero.

Querido diario:

Hoy en el comedor me volví a encontrar con Eren, Mikasa y Armin, al parecer estan teniendo un arduo entrenamiento, que bueno que ya pase por ello, bueno por lo peor. Además, me entere del sueño de Armin, ver el mar, eso es algo raro. Yo nunca lo eh visto, bueno, solo en libros que aveces leo de la estantería del cabo Levi, y si me la paso todo el día ahí.

El capitan Levi me ha llevado a la plaza para comprar escobas... Cabo hará que me ponga celosa de ellas, aunque sus lindas escobas no le pueden preparar su té a la hora que usted quiera, y eso lo vera hoy, no le llevaré su té. Y no, no limpiaré todo el castillo como castigo. Espera...¿por qué me pongo celosa, si no tengo nada con el Cabo?

Tal vez le consulte a Hanji o Erwin más tarde. ¿Estaré enferma?

X

El viernes por fin llegó, y ese día, era para hacer las compras, se dividían en grupos, (Tn)  en casí todas las ocasiones acompañaba al cabo Levi, pero ese día era diferente, al menos para ella, se sentía extraña al tenerlo cerca. Había tratado de tener una plática con él, pero simplemente la ignoraba.

—Quédate aquí —Ordenó su superior.

—Esta bien —contestó mirando hacia abajo.

El cabo la dejó mientras él veía productos de limpieza, algunos nuevos y otros que necesitaba, la chica suspiró mientras esperaba, miraba como los civiles caminaban, pasando en frente de ella con algo de miedo, algunos murmuraban algo que realmente no le interesaba.

—Vamos —oyó decir a su superior —, ya tengo todo que necesitaba de aquí.

—Bien.

Comenzó a seguir a Levi con una distancia moderada, a unos 10 pasos.  Pararon en un puesto, compraron algunas cosas más cuando la vista del cabo paró en lo que sería su adicción, escobas.

—¿Pasa algo? —preguntó ella al ver que no realizaba ningún moviendo.

—Creo...que necesito una nueva escoba.

—Pero ya tiene muchas.

—Nunca son suficientes, además no debes contradecirme.

—Lo siento, pero yo solo digo la verdad.

—Bueno, entonces no lo hagas —la miró con el ceño fruncido.

—Hmm.

El cabo simplemente caminó en donde estaban las escobas, las analizaba una por una, (Tn)  lo miraba con ¿odio? Realmente estaba molesta, maldición, al menos quisiera que le prestará atención de la misma manera, y no que la siga viendo como una tonta.

Sentía su corazón bastante acelerado, además de que su cara demostraba molestia e incomodidad, malditos  c e l o s.

Querido diario. [Levi Y Tu] HAITUSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora