La llegada de desconocidos

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1. Llegada de desconocidos

Maiara se encontraba tranquilamente en su habitación, sentada en su cama leyendo, junto a Mikey y Enid.

―Maiara deja de leer― reclamó su amiga sentándose junto a ella.

―Déjame en paz Enid, quiero estar tranquila, una vez que mis hermanos no están― rió la rubia.

―Deja de quejarte de tus hermanos― dijo Mikey levantando la vista de su cómic― Tu al menos tienes, los hijos únicos como yo, a veces se sienten solos.

―Lo siento Mikey― dijo Maiara― Ahora déjenme leer en paz.

Enid se levantó de la cama murmurando: "Andate a la mierda, Mai", mientras Maiara se ponía la capucha de su buzo y continuaba su lectura. 

Horas después se escuchó a Ron llegar, que parecía que hablaba con alguien, por la puerta entró el junto a un chico de cabello algo largo, castaño y sinceramente algo atractivo.

―Bueno, te los presento― comenzó el rubio dirigiéndose al extraño chico― Él es Mikey― señaló al nombrado y luego a Enid― Ella es Enid y por ultimo, la ultima rarita que siempre está metida en un libro es Maiara, mi hermanita melliza.

Maiara le lanzó una mirada y agregó― Soy mayor por 10 minutos Ron, no me digas hermanita― dirigió su mirada al chico― ¿Quién eres tú?― preguntó finalmente.

―Ah― dijo Ron al notar que el otro chico no respondía― Él es Carl, ha llegado con los nuevos, se quedará aquí con nosotros, si no les molesta.

―Si no es un estorbo para la preciada lectura de Mai, está perfecto- se burl+o Enid recibiendo un golpe de Maiara.

―Discúlpame su alteza, Lady Enid no debió hablarle de esa manera tan morbosa― continuó Mikey soltando algunas carcajadas.

―Ya vas a ver― amenazó Maiara dejando su libro a un lado.

―Corre Mikey, si dejó el libro es porque en verdad se enojo― rió Ron

―Me hacen quedar mal enfrente del nuevo ¿se dan cuenta?― dijo a rubia

―Ni tanto― contestó Enid aun riendo mientras se acercaba para abrazar a Maiara por los hombros.

Carl simplemente se aguantaba la risa mientras observaba a Maiara detenidamente, su rostro era pálido pero sus mejillas se tornaban rosas. Sus ojos eran de un azul oscuro, su cabello era castaño clara, básicamente rubia, pero a la luz del sol se veía mas brillante, su sonrisa era hermosa, siguió recorriendo con la vista.

Enid también era linda, su cabello era castaño, sus ojos eran verdes y su piel algo pálida.

Mikey tenía el cabello marrón oscuro, casi negro y ojos marrones.

Ron, él era muy parecido a su hermana, solo que el chico llamo su atención desde el inicio, su sonrisa era arrogante pero muy linda, sus ojos lo miraban con compasión y mientras subían las escaleras hubo una compañía bastante agradable entre ambos.

―¿Te comieron la lengua los ratones?― preguntó la rubia sacando de los pensamientos al chico.

―No mordemos, Carl― rió Enid.

―No te preocupes― comenzó Ron al ver los nervios del castaño― Te entendemos si no quieres hablar, Enid tampoco lo hacía.

―Eso es cierto― puntualizó Mikey.

―¿Ya te instalaste?― preguntó Maiara.

―Si, nos dieron dos casas, porque somos muchos ¿así que Ron y tú viven aquí?

Sobrevivir no es lo mismo que vivirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora