Luchemos por lo correcto

87 6 0
                                    


POV Narrador

Las cosas estaban regulares en Alexandria.

Por lo que sabían Aaron estaba en Hilltop, Eric había muerto y Rick se había marchado para hablar nuevamente con los carroñeros.

Casi todos los demás habían vuelto sanos y salvos ¿seguirán todos así? ¿Todos saldrán a salvo luego del segundo ataque que realizaran los Salvadores? Pronto lo descubrirán

¿Muchos morirán? Tal vez, eso podría pasar...

POV Carl

Todos estaban  tensos en la comunidad, era comprensible debido a que casi todo el ejército del Reino había sido masacrado. Probablemente varios Salvadores hayan sobrevivido y buscarán venganza por atacar sus puestos.

Nos estábamos preparando por si teníamos que huir, juntamos provisiones y preparamos nuestras cosas. Quería terminar con todos los Salvadores pero lo importante era proteger a Judith y a Ron.

—¿En qué tanto piensas?— preguntó Ron sacándome de mis pensamientos.

—En nada importante, solo que debemos proteger este lugar a toda costa.

—Corrección: Debemos cuidar nuestras vidas y las de todos, el lugar no importa, si la vida de las personas.

—Sabes a que me refiero, primero las personas pero a la vez, este lugar es importante, es nuestro hogar y fue el tuyo mucho mas que mío.

—Yo no lo creía así ¿sabes? No lo creía un hogar, más bien una cárcel; pero es cierto, ahora lo veo y no quiero perder este lugar, tiene lindos recuerdos...

—Entiendo, este es el segundo lugar con el que enserio me sentí en un hogar— suspiré— El primero fue el campamento a las afuera de Atlanta, pensaba que todo estaría bien, que tenía a mi madre, amigos, Sophia y había encontrado a mi padre luego de un año pensando que estaba muerto. Pero, ese era el Carl de doce años, ahora entiendo que ningún lugar es permanente.

—Te aseguro que este si lo será, Alexandría ya ha pasado por mucho y aún está en pie.

Sonreí y Ron colocó su mano encima de la mía. Mi corazón se aceleró, a pesar de que estuvimos saliendo por un montón de tiempo, sigo poniéndome nervioso con su cercanía, es como un mecanismo: Él  se acerca y mi corazón late a gran velocidad. Pero cuando acerca su rostro al mío es mi respiración la que comienza a fallar.

Como si leyera mis pensamientos, acercó un poco su rostro sin despegar su vista de la mía, mi respiración fallo, mi corazón latía a mil por hora, cada beso era especial y cada vez me sentía igual. Me preguntó si el sentirá lo mismo.

El tiempo pasaba cada vez más lento mientras nuestros rostros estaban tan cerca como para sentir su aliento fresco en mi rostro, quería besarlo.

Di el siguiente paso y me acerqué mas juntando nuestros labios.

Colocó sus brazos al rededor de mi cuello mientras que las mías subieron a su cabello. Tomé el control pero se lo cedí, quería que él me besara, necesitaba que me besara. 

Mi rubio tomó el control, nuestros labios encajaban a la perfección y se movían a igual velocidad, ya sea por la costumbre o porque estaban extrañamente conectados de alguna manera.

Mi querida hermanita comenzó a llorar y la maldije en mi mente, si, la quería mucho pero se pone a llorar en los peores momentos. Ron se separó de mi y se rió.

—Ve a ver que le pasa a mi cuñada— dijo aun riendo, le di un leve empujón en su hombro y fui a buscar a Judith.

Entré en su pequeño cuarto, estaba sentada en su cuna, llorando, pero cuando me vio sonrió y me extendió sus pequeños bracitos para que la agarrara La sostuve con cuidado y ella a reír, ¿Qué pasara por su tierna cabecita? Solo ella lo sabe y creo que no quiero saber, aunque no pareciera, Judith se enteraba de todo pero al ser una bebé no entendía, o eso parecía, nada.

Regresé con Ron y le sonrió a la bebé, ella extendió sus brazos hacia él y mi novio la tomó.

Rom— repetía mi hermanita una y otra vez

—¿Cómo esta el engendro del demonio más tierno?— preguntó Ron y Judith solo reía.

—Me alegro que ahora se lleven bien— dije bastante feliz por eso.

—Admite que soy el mejor— dijo sarcásticamente.

—Dame motivos para admitirlo.

—Mira, tengo el mejor novio del mundo, y tengo ganados a mi suegro, suegra, cuñada; mi hermana se lleva bien contigo y tus amigos me quieren.

—¿Ah si? ¿Tienes el mejor novio del mundo?

—Pos supuesto que lo tengo y es solo mío.

—Que sobreprotector eres, Ron Anderson.

—Para nada, solo cuido lo que es mío.

—¿Soy tuyo?

—Si, ¿de quién más vas a ser?

Ambos nos reímos mientras Judith intentaba llamar la atención de Ron para que jugara con ella— Juga— repetía una y otra vez— Enedo del demono— dijo intentando imitar el apodo que le había puesto Ron.

—¿Ves lo que le enseñas a mi hermana?— solté una risa.—

—¿Yo? ¿Yo no hice nada? ¿No es así, engendro del demonio?

Enedo del demono— repitió mi hermanita.

Todo salía bien. Tenía una hermosa relación amorosa, un padre que me amaba, Michonne era mi mejor amiga, tenía amigos y mi hermanita poseía buena salud. Pero como siempre, los Salvadores cagarían toda esta felicidad, estaba 99% seguro de esto.

___________________________________________________________________

Spoiler del siguiente capítulo:

"Todo estará bien Ron, estarás bien, solo quédate conmigo...

Te amo Carl— estas fueron sus últimas palabras..."

Nos vemos en el siguiente capítulo walkers.

Sobrevivir no es lo mismo que vivirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora