dark

11 3 7
                                    


No recordaba absolutamente nada de lo había pasado antes de desmayarse.

Miró sus finas manos levemente bronceadas moverse con rapidez por la mesa, tomando cada vez más comida para llevársela a la boca sin delicadeza. ¿Tanta hambre había pasado?. Ahora que tenía tiempo, antes pensó que posiblemente sea un vagabundo, sin embargo, ya no lo veía de esa forma. Aunque tenga muchas dudas debido a su extraña condición, y porqué lo estaba siguiendo desde que lo sacó de su trance aquella noche en el callejón. ¿Quién era ese chico realmente?, ¿sería mayor o menor que él?, ¿cuál era su nombre?.

Alzó su mirada, mirando las gordas mejillas del chico debido a la comida. Pensó en una ardilla al verlo, sin embargo, a pesar de que muy en el fondo aquella vista le gustó más de lo que debería, odiaba la forma en la que lo hacía pensar tanto. ¿No se había dicho a si mismo que le importaba una mierda ese chico?, ¿entonces por qué estaba sentado delante suya comiendo de su comida?.

— ¡Está delicioso!. —chilló, el brillo en sus pupilas deslumbrando al pálido con expresión seria. — Pensé que vivías comiendo cosas instantáneas.

— No estabas equivocado.

El chico sonrió con las mejillas llenas. ¡No estaba siendo odioso!, aquello era un avance, ¿no?. A pesar de que estaba serio, no estaba siendo chocante como antes. Le agradeció aquello, a pesar de todo, no podía quejarse de su actitud por mucho que quisiera. Era mejor que lo hiciera por voluntad propia, o tal vez solo se estaba adelantando y en realidad aquel chico simplemente comía pacíficamente. Al verlo distraído, aprovechó para mirarlo de nuevo. ¿Cómo podría ser tan lindo pero al mismo tiempo tan narcisista y odioso?, si lo observaras sin conocerlo, pensarías que es un chico tímido con una belleza delicada y fina, con rasgos marcados pero al mismo tiempo suaves, sin embargo, se le hacía gracioso que fuese completamente lo contrario. Un chico sin pelos en la lengua bastante odioso y hasta cierto punto, molesto.

— ¿Por qué me miras tanto?, deja de mirarme, es incómodo.

Lo había arruinado.

— Lo siento.

El silencio duró unos segundos.

¿Te gusta mirarme o simplemente eres raro?, es incómodo que lo hagas por tanto tiempo.

Su suave risa resonó en sus oídos.

Eres tan horrendo que mirarte se vuelve un castigo que estoy dispuesto a pasar.

Un gritó aturdió al chico de ojos brillantes, alzando su mirada asustado, mirando ha aquel pálido hombre. No supo de dónde o cómo, pero logró notar como la camisa blanca del pálido se teñía de rojo conforme pasaba el tiempo. El chico se levantó asustado, abriendo en grande sus ojos mientras caminaba hacía aquel chico.

— ¿Qué ocurre?, ¿te duele?, ¿qué pasa?.

El chico de forma inconsciente posó su mano sobre la del pálido.

No reaccionó de inmediato al sentir como algo suave y cálido se aferraba a él. Miró hacía abajo, encontrándose con una mata de cabello igual de oscura que una noche sin estrellas. No, por supuesto que no pudo reaccionar al sentir como los delgados brazos del pálido se aferraban a su espalda, mientras sentía como la sangre mojaba su pecho.

Recordó la vez que se conocieron.

— ¿Cuál es tu nombre?. —el chico abrió en grande sus ojos, sintiéndose perdido al escuchar un tono de voz bajo, suave y lastimero proveniente del pálido. ¿Por qué no hablaba con arrogancia como antes hacía?, ¿por qué no lo hacía?.

Miró algún punto incierto.

— Jung Hoseok.

De forma repentina, escuchó los sollozos del pálido por primera vez.

Simplemente deseó que volviese a la normalidad.





Another | yoonseokDonde viven las historias. Descúbrelo ahora