El cuerpo de Faith colgaba a medio metro del suelo, tenía el cuello doblado con la cabeza mirando hacia arriba. Nada la sujetaba, el vestido blanco que traía puesto se elevaba. Parecía que una fuerza invisible e inevitable la controlaba y ella estaba ahí, indefensa e inmóvil.
Solamente se escuchaba una melodía sombría y diabólica que le recordaba los cantos de las iglesias católicas cuando había peregrinación. Lo que podía ver era una gran masa de piedra roja compacta en lo que parecía ser un techo. De pronto su cabeza se movió bruscamente hacia abajo, como si se gobernara, y quedó mirando al frente.
Un ser de grandes cuernos y pezuñas estaba arrodillado delante de ella y sus manos estaban atadas cada una a un pilar de hierro por unas cadenas del mismo material, detrás de él, otro ser con dos cabras que sobresalían de su cuello blandía una espada gigante que en la empuñadura tenía dibujada una estrella de cinco puntas.
- ¿Últimas palabras hermano?
- Aún estás a tiempo de arreglarlo todo Asmodeo, déjala vivir, ella no tiene la culpa de nada.
- Hasta nunca Belfegor.
Aquel ser levantó la espada y dobló los codos hacia arriba, de pronto un movimiento se dibujó y la chica pudo ver el recorrido con claridad.
- Faith.... Faith, hermanita...
Faith abrió los ojos y notó como el sudor cubría cada centímetro de su cuerpo, estaba agitada y su corazón latía muy rápido. Miró a su alrededor desorientada y buscando algún rostro conocido hasta que sus ojos hicieron mira en Hannah qué estaba a un lado con un vaso de agua en la mano.
- ¿Qué pasó? - dijo la menor mientras entregaba el vaso a Faith quién le costaba respirar.
- Tuve un sueño muy raro, no podía moverme y habían unos.... Bichos con cuernos muy extraños. Que mal rato.
- Es solo una pesadilla hermanita, tranquila.
- Se sintió real. Iban a ejecutar a uno de ellos y fue como, como si lo conociera, como si me importara.
- Seguro que es de alguna película que viste hace poco, no le des tanta importancia, hay algo más preocupante ahora mismo, no sabemos nada de Bruce desde anoche, Forest salió a ver si lo encontraba.
- Cierto, Bruce - Faith dijo esto y dejó caer su cabeza sobre la almohada - Ahhhhhh, no puedo creer que le dije todo eso.
- Tus razones tenías. No entiendo a los hombres, se vuelven idiotas en cuanto se enamoran. Comienzan a hacer cosas estúpidas.
- Igual es mi mejor amigo y le hice daño, ahora me siento fatal. ¿Ni siquiera un mensaje? ¿Nada?
- Nada de nada ¿Revisaste tu teléfono? Quizá te haya escrito a ti.
Faith revisó y efectivamente, tenía cinco mensajes de Bruce y una llamada en el buzón de voz. Los mensajes todos decían lo mismo: Grandes textos pidiendo perdón y diciendo que la dejaría atrás.
La llamada era muy larga, se podía oír a un Bruce muy borracho que casi no podía hablar.
Eres una perra, siempre te he tratado bi.. bien y nunca te has... fijado en mi. Llega ese idiota con un poco de... de... de músculo y te arrastras como un gusano. Eres una perra me oyes.
Dos segundos de silencio y luego nuevamente.
Perdón, per... perdoname por favor, eso no es lo que....
La voz de Bruce se interrumpió y de escuchó un sonido débil como de alguien que intenta hablar pero no puede. El sonido cada vez se alejaba más y lo próximo que se escuchó fue un carro arrancar y perderse a lo lejos. Los próximos minutos de grabación fueron un extremo silencio hasta que de detuvo.
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La Nuera del Diablo
FantasiFaith Jennings acaba de graduarse de la preparatoria y de ser aceptada en la universidad de sus sueños. Para celebrar se embarca en un viaje a Hawaii con su hermana un año menor y su mejor amigo. En lo que deberían ser unas vacaciones muy merecidas...