𝙿𝚛𝚘𝚐𝚎𝚗𝚒𝚝𝚘𝚛
14 de Agosto de 1940
Los días pasaban como años, las horas parecían eternas, los mismos árboles a través de la ventana
Cuatro días habían pasado desde que salieron de su hogar, estaban los dos siempre solos en una habitación jugando juegos de mesa que a distintas horas les traía una dulce azafata rubia de unos 20 años
No veía la hora de regresar, estaba cansado, tenía miedo y el aburrimiento le consumía poco a poco
Estaba amaneciendo, ninguno de los dos estaba despierto, ambos estaban durmiendo juntos ya que estar completamente solos les provocaba temor
Después de largas horas de desvelo ambos se durmieron esperando a que el tren se detuviera
...
Un rayo de sol entró en la habitación, tapó sus ojos pero algo le retuvo, dió una patada sin saber que su hermano dormía a su lado haciendo que éste cayera al suelo
Inmediatamente se disculpó pero la puerta se abrió, un soldado estaba en la entrada junto a una de las azafatas, él lucía enojado y estresado, entró agarrando las maletas de los niños y saliendo fuera mientras esperaba a que los niños salieran, ambos se levantaron rápidamente y salieron a el pasillo donde pudieron ver que el tren estaba vacío
Se dirigieron a la puerta de salida, la estación estaba vacía, ni siquiera su abuelo se encontraba esperando
Ambos niños se asustaron pues no tenían ni idea de como llegar a la casa de su antecesor
El militar ordenó a los niños que le siguieran hasta la salida de la estación, un auto casi nuevo estaba aparcado en la entrada, ambos subieron y el auto arrancó
El camino era algo diferente al que recordaban pero debido a que tenían tiempo sin visitar a su abuelo no le dieron importancia
...
La puerta estaba cerrada, el soldado la tocó e inmediatamente se fue dejando a los niños en la puerta, como si los abandonará
La puerta se abrió, pero quien los recibió no era su abuelo, un chico de unos veinte años con una estrella en el ojo derecho les recibió e invitó a entrar en la "casa"
Ninguno de los dos quiso hablar con el muchacho así que simplemente se sentaron en uno de los sofás del salón
Mientras esperaban ver a su abuelo el mismo chico de antes llegó y les entregó a cada uno una barra de chocolate, parecía amable pero algo les decía que no confiaran
Fue entonces cuando detrás de ellos apareció su abuelo, quien les abrazó y les dió también regalos, los dos estaban un poco felices de verlo pero no es como si se morían de verlo
Subieron los dos a la habitación de invitados donde soltaron las maletas y se acostaron en la gran cama, ambos se miraron y se tomaron de las manos, tenían miedo
Tras pasar una hora la puerta sonó, el chico de antes les informó de que el almuerzo estaba listos y que si querían comer bajarán a almorzar a lo cual lo dos fueron, no es que tuvieran hambre, solo no querían decepcionar a su abuelo
Iban a pasar mínimo un mes en esa casa así que tendrían que acostumbrarse a eso
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10 de Agosto de 1940
Antes de que el alba saliera fue arrastrada lejos de la casa, sabía donde iría, el único consuelo que le quedaba era esperar a morir o simplemente que no le golpearan
Y llendo al camino de Auschwitz una voz se escuchó a la distancia, más ella no pudo escucharla, estaba a penas consciente de lo que pasaba a su alrededor, el sueño y el cansancio se apoderaron de su cuerpo, deseaba que todo terminase ahí y que con un disparo certero muriera desangrada; y sin darse cuenta cayó profundamente dormida, sabía el problema que esto traería pero no podía evitarlo, necesitaba descansar
...
...
Al abrir los ojos se encontró con una escena un poco extraña, estaba en una cama de hospital, creía que alguien la había liberado hasta que la puerta se abrió, y vió ese horroroso rostro que la perturbaba cada noche
- Veo que has despertado
Ella simplemente le miró con disgusto y se apartó un poco
Él tomó su mano y la fue apretando poco a poco hasta que se escuchara un chillido de dolor ajeno, más ella simplemente aguantó el dolor y entre dientes preguntó
- ¿Qué es lo que quieres maldito?
Él se alejó unos pocos centímetros soltando su mano
- Oh vamos, ¿Por qué me respondes así? Después de todo, yo te traje hasta aquí
- ¿Qué es lo que quieres maldito psicópata?
Se acercó y, con algo de nervios, le dio un beso en la mejilla derecha, ella, disgustada, solo volteó su mirada
- Me vas a decir dónde está Polonia
- ... No tengo ni idea de donde está...
Golpeó una mesa cercana y luego abofeteo a la joven mujer
- ¡Claro que lo sabes! ¡Sólo estás cubriéndo a esa escoria! ¿Para qué? ¿Para que sigas siendo maltratada?... Escucha, si me dices dónde está... Podrás ser libre ¿de acuerdo?
- ... Yo no hago esos negocios Reich... Prefiero morir junto a mi gente que vivir viendo como son asesinados y golpeados...
Aunque le dolía decir eso, prefería mil veces lo que había dicho antes
El alemán soltó un murmullo enojado y luego se sentó en una silla cercana a la cama
- Entonces... Si no quieres decirme, tendré que tomar mis propios medios
- Me parece bien puta fascista... ¿Qué harás? ¿Golpearme? Estoy ya muy acostumbrada a eso
- ... Tienes razón... Hay que probar cosas nuevas...
En ese momento el de esvástica se acercó a un militar, éste asintió y salió de la habitación cerrando la puerta desde fuera, luego se acercó a la chica y, con una pequeña cinta de color rojo, amarró sus mano a un tubo, se montó sobre ella y empezó a dar besos desesperados en su cuello y parte del pecho
Ella intentó moverse pero todo fue en vano, todo acabó cuando un guardia tocó la puerta y él con un rostro enojado fue a abrir la puerta
Hablando en alemán el hombre salió de la habitación un poco perturbado y preocupado

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𝙹𝚞𝚐𝚊𝚗𝚍𝚘 𝚊 𝚕𝚊𝚜 𝚎𝚜𝚌𝚘𝚗𝚍𝚒𝚍𝚊𝚜 《Countryhumans 》1939 - 1945
FanfictionLa inocencia a veces puede cegarnos dulcemente de lo que realmente está pasando