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Las cosas mejoraron bastante luego del accidente de su abuelita, recuerda que la llevaron al hospital para asegurarse de que todo estuviera en orden y su madre prometió visitarla más seguido para que no volvieran a tener ese problema. También, como su abuelita ya conocía a sus nuevos amigos, se había sentido bastante feliz de hacer postres para los otros niños e invitarlos a jugar dentro de la casa a las escondidas, así era más divertido y los podía cuidar mejor. Ah, se sentían realmente dichosos de conocerse y los meses siguientes los volvieron más y más unidos.

Como muchas otras, la tarde ese día tenía la temperatura ideal para que SeokJin pudiera estar afuera únicamente usando una camiseta, aún no empezaba la parte fría del año. Acababa de terminar su tarea así que ahora podía jugar con los otros chicos que únicamente habían estado a su lado dormitando y haciéndole compañía. Desde que los conoció había sentido que era más divertido, porque así podían jugar a las escondidas y él podía hacer equipo con YoonGi. Además las discusiones de los menores eran entretenidas de ver, aunque YoonGi siempre les detenía.

–Yoonie, ¿quieres jugar a las escondidas? –preguntó SeokJin, acariciando los cabellos del espíritu que reposaba en su regazo.

–Umh, ¿ya terminaste tus deberes? –respondió de regreso, abriendo sus ojos lentamente.

–Sip y me quedaron muy bonitos –Le mostró las dos hojas de su cuaderno que ahora estaban completamente llenas por su reciente trabajo, del cual estaba bastante orgulloso, eso hizo sonreír a YoonGi.

–Está bien, voy a llamar a Kookie y Minie, ve a guardar tus cosas.

Ambos se sonrieron una última vez antes de irse por lados separados, SeokJin guardó la tarea que tenía en su mochila y fue corriendo a decirle a su abuela que iba a jugar con los chicos adentro de la casa, aprovechando para darle un pequeño beso en la mejilla y correr abajo de nuevo porque sonaron algunos golpes en la puerta. Estaba seguro de que serían sus amigos, por eso se sorprendió un poco más de la cuenta cuando vio a sus padres ahí, no le habían dicho que vendrían.

–¡Papi! –gritó antes de correr hacia el hombre para abrazar su torso y luego hacer lo mismo con su madre.

–Hola SeokJinie, ¿terminaste tus deberes, corazón? –preguntó su mamá, cargando en sus brazos a su hijo mientras entraba a la casa, su padre había ido a buscar a su abuela para avisarle de su visita.

–Sí mami, ya terminé todo.

Mientras hablaba con su madre que le contaba el porqué de su visita repentina, tres espíritus se apresuraban para ir a la casa sin ser conscientes de los inesperados invitados que encontrarían adentro.

–¡Jinie, ya llegamos! –Escuchó a YoonGi gritar mientras reía por haber ganado la carrera y ser el primero en entrar a casa de la abuela Kim.

–¡Yoonie! –de inmediato se bajó del regazo de su madre para ir a abrazar a su amigo, dejando a la mujer aturdida al ver a tres curiosos jovencitos con los cabellos más extravagantes que en su vida había visto.

–¿Bebé? ¿Quiénes son tus amigos? –preguntó intentando sonar lo más natural que podía con lo extrañada que se encontraba, su hijo solía contarle todo y le extrañaba la presencia de esos tres niños que, ahora que se fijaba, tenían los ojos de colores extraños.

–Oh mami, ellos son Yoonie, Minie y Kookie –nombró en orden mientras los señalaba, tomando la mano del pelimorado y notando de inmediato como los menores se escondían tras su hyung, seguramente algo asustados por la presencia de alguien desconocido–. Les presento a mi mami –se apresuró a decir, acercándose un poco más a los tres–, no se preocupen, ella no es mala –susurró para que los tres le escucharan.

–No los había visto nunca por aquí, ¿son nuevos en el vecindario?

–S... Sí, nuestras familias se mudaron hace poco –fue YoonGi quien contestó para evitarles la fatiga a sus menores–, es un placer conocerla, señora Kim –Hizo una profunda reverencia, tirando de la ropa de sus amigos para que lo hicieran también.

–Oh, son muy educados –aplaudió y cuando quiso decir algo más, la voz de su esposo bajando las gradas con su madre le hizo detenerse y pararse de inmediato para saludarla.

–Amor, ¿quiénes son estos tiernos muchachitos? –preguntó el hombre cuando vio a su pequeño SeokJin junto a otros tres chicos.

–Son los amigos de SeokJin, acabo de conocerlos.

Los tres chicos hicieron rápidamente una reverencia para el señor también, diciéndole el placer que era conocerle.

–Oh, son muy educados –dijo el señor Kim.

–Lo son, me ayudan mucho con el jardín y juegan con SeokJin –intervino la mayor, saludando a los niños con un beso en la mejilla que les hizo perder un poco del nerviosismo que tenían–, vayan a jugar niños, nosotros prepararemos algo para comer si desean quedarse.

Los tres se vieron y decidieron aceptar antes de correr junto con SeokJin a la habitación que tenía él para jugar. Resultó ser que la pareja Kim se enamoró completamente del trío de ocurrentes muchachos durante la cena, pasando completamente por alto preguntarles sobre sus padres y demás cosas que hacían con los amigos de SeokJin, además, si su madre no encontraba nada raro en ellos, tampoco sentían que debían preocuparse.







Pd: La abuela Kim es madre de la señora Kim, pero el señor Kim también le trata de madre por su cercanía. Y algo importante, ¿les gustaría que TaeHyung fuera un espíritu o un humano? No logro decidirme.

Espero que les haya gustado, tengo varios capítulos preparados, así que espero que la próxima actualización sea pronto. ¡Las quiero mucho y gracias por votar!

Moras silvestresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora