♠Todas las noches, se unen mi pluma y un bloc de hojas blancas en una unión mística de amor. Y de esa unión nacen hermosas poesías, versos que paren desde mi corazón o más bien desde mi alma. Todo poeta nace por la inspiración de una musa y esa musa...
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SOMOS COMO UNA RARA SINGULARIDAD...
Hoy me encuentro entre una paradoja y una dicotomía divina… He saboreado las delicias de un amor tan puro, entrelazado entre el regazo de una hermosa y digna mujer. Que dilema el mío, ella sacia por completo esta hambre atroz que me domina, ilumina con su luz cada recóndito lugar de mi existencia, me da a manos llenas de su amor, ¡a raudales!, como si ella fuera un eterno manantial de energía pura, de dicha interminable. Este era el sentimiento que estaba buscando, el sueño que desde niño deseaba experimentar, “el de la entrega total e incondicional “, el verdadero propósito de mi existencia. Hoy, su amor es correspondido de igual manera, totalmente me entrego a ella, porque ella es como un gran tesoro, una rara singularidad, una mujer en un millón… de esas que lo entregan todo… mi igual.
Hasta ahora solo sobrevivía del ayuno y de las pocas migajas que me daban, con solo lo necesario para mantenerme vivo, siempre con un hambre atroz que me atormentaba. Yo era como ella, desbordante; su cuerpo posee el receptáculo perfecto para desbordarme por completo, de igual forma, para ella el mío. Gracias a esto, nuestras energías se mezclan al hacer el amor, sucede la alquimia y nace lo divino.
Y hoy me encuentro entre la paradoja y la dicotomía, “somos dos seres que se llenan mutuamente pero a la vez seres insaciables, de igual forma como dos seres que no descansan en su corazón, si no en algo más profundo y con una singularidad insaciable”. Me da a entender que no debo conformarme con menos que eso. Y si en algún momento decidiera batir sus alas lejos de mi, mi lealtad y su marca eterna prevalecería por la eternidad.
