Yo era aquella avecilla

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YO ERA AQUELLA AVECILLA

Yo era aquella avecilla que
un día el cielo surco.
Y que en primavera
en su rosal se posó.

La que viajaba buscando
tierras más cálidas.
Y que por casualidad anidó
en su jardín de las ánimas.

Le dio asilo a mi cansado
y adolorido corazón.
a mis alas como ungüento
las alivio de toda tensión.

Su pecho desde entonces
Se convirtió en mi nido.
Y aquel pelaje de lobo
Se transformó en mi abrigo.

Que en todos aquellos frescos
amaneceres de primavera.
Siempre me ha dado cobijo
como por vez primera.

Quien diría que aquel
Lobo supiera amar.
A esta golondrina en
su eterno andar.

Y aunque pasemos los fríos
Inviernos separados.
Los tiempos de marzo
serán azulados.

Siempre será mi lobo.
Y yo siempre seré su avecilla.
Será siempre mi jardinero.
Y yo siempre su semilla…

Que cultivará siempre
con amor,
ternura y grato
calor.

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A ELLA (POEMARIO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora