Mi Reina

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-¡Sí, eres tú aquella!

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-¡Sí, eres tú aquella!...
Más, ¡oh, cuán diferente,
cuan distinta; ahora una estrella tan brillante.

Una princesa gloriosa
y eminente,
de aquellas regiones venturosas moradas
de la luz y la alegría!

¡Del que, entre mil millones
de gloriosas Deidades,
en beldad sobresalía!

¡Sí, eres tú aquella que,
en la atrevida guerra.
Conmigo unieron
en estrecha alianza
Los planes, los deseos...
La esperanza!

¡Sí, eres aquella
Reina poderosa,
la que me une a tí
en existencia dichosa!

¡Antes de esto reanime mi memoria!
Toda su risa, toda su potencia.
no agotará por
conseguir la gloria
De haberme rendido a su abediencia,
y lograr que le doble
la rodilla.

Que en el cielo ya perdido
me volviera.
Y al lado de su trono
Me pusiera.
Bastará que venga de su mano extendida,
para que yo siempre
la quisiera.

Que sean siempre
el "Amor y la Esperanza"
Nuestro consuelo
y bienaventuranza.

Y le digo siempre
Mi Señora,
la que siempre mi
Alma adora...

Que en las guerras del combate fiero...
¡Fuí, sin dudas,
a su lado; el primero!

¡Que la amado con locura!

Sabéis que le soy fiel,
y si no lo hiciera...
¡Mil veces yo el
infierno prefiriera!

Baratza Eduard

A ELLA (POEMARIO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora