Capítulo 9: Clases y Rivalidad

37 2 0
                                    

Ya había pasado un día y hoy si o si teníamos que ir a clases. ¿Para qué sirven las clases? Ya se sumar, restar, multiplicar, dividir, la tabla del 2,3,4,5,6,9 y 10. También se leer. ¿Para qué rayos quiero saber como se compone una célula? ¿Para qué tengo que saber la raíz de nosecuanto multiplicado por no se y dividido por tal número si no voy a ser científica?

El colegio no sirve para nada.

Me levanté de muy, muy, muuuuuy mal humor mientras escuchaba como sonaba Wannabe de las Space Girls por la habitación.

-¡¿QUÉ ES ESO Y PORQUE LO ESCUCHO?! -grite enojada al tiempo que Maya corría a apagarlo.

-Eh... Buenos días, Katherine... -dijo media... ¿Asustada? Sonreí para mis adentros.

-De buenos no tienen nada. -respondí- Pero buenos días a ti también.

-Buenaaas... -dijo Sophie saliendo del baño con el uniforme ya puesto. Se ve que estaba alegre...

-Mmhh... -susurre y tome el estúpido uniforme.

Me dirigí al baño y ¡sorpresa! vino Andrés. Si, si, el que viene cada mes. Luego de cambiarme el uniforme intentando que me quedara bien, me mire al espejo.

-Diuh, que asco. ¿Tan feo es el uniforme? Oh, ¿Eso que tengo ahí es una lagaña? -me la quite y me lave las manos- Si sacara esa cara de dormida de mi cara me vería mejor.-hice una mueca y me lave la cara- El agua no mejora... -dije enojada mientras intentaba lo que sea para despertarme.

-Eh... ¿Katherine? ¿Con quien hablas? -la voz de Sophie se escucho desde la puerta.

-Con nadie. -escuche una risita y unos pasos dándome a entender que ya se había alejado.

-Debo parar de hablar sola. -susurre y salí del baño hacia la cocina.

-Buenos días. -me saludo Niall comiendo una medialuna.

Esperen, ¿cuándo había aparecido? Mire a todos mientras se encogían de hombros. Okey, supongo que entonces el duende es un mago y que apareció de la nada.

-De buenos no tienen nada. -respondí al tiempo que me sentaba a su lado.

Comencé a agarrarme dos medialunas, una tostada con mermelada de frambuesa y manteca, unos cereales con leche, un capuchino tamaño grande junto a un vaso repleto de jugo. Todos me miraron con los ojos muy abiertos al tiempo que miraban lo que me había servido.

-¿Qué miran? -espeté al tiempo que todos apartaban la mirada.

-N-Nada... Pero... ¿Por qué tanta comida? -preguntó Horan.

-¿Que? ¿Tienes algún problema? ¿Piensas que voy a engordar? ¿Estoy gorda? ¿¡QUÉ ES LO QUE PIENSAS, HORAN!? -ataque de nervios.

-N-No... M-Me te-tengo que-que ir... -dijo rápidamente y salió corriendo por la puerta. Sonreí ampliamente y los mire a los demás.

-¿Quieren decir algo?

-No -respondieron al unísono y continuaron comiendo.

Así se hace, muchachas, así se doma a los salvajes. Me termine mi deliciosa comida y tome mi horario. Salí con Sophie ya que compartíamos la primera hora juntas. Llegamos a la clase justo antes que tocara el timbre y nos sentamos juntas.

-Buenos días. -dijo el profesor Don Calvin en frente al pizarrón. Era Calvo, tenía un bigote debajo de su nariz al estilo mostacho y era muy alto.

-Buenos días -respondimos todos a la vez.

-Bien, yo soy el Sr. Macvin y les voy a dar... -solté una risita al tiempo que este me fulminaba- ... Matemáticas. Presentense.

Comenzaron a presentarse todos. Me fijé que estaba la rubia (castaña) de la otra vez y a su lado una rubia (que se le notaba que sí era natural) con ojos azules a la que supuse que sería la líder del escuadrón perras. Su nombre era Ashley Summers, era de Londres pero vino acá por sus estudios y su padre era un importante empresario de noseque. Se notaba que le gustaba presumir. Pasaron unos cuantos más hasta que me toco presentarme a mi. Oh, si, las presentaciones eran lo mío.

-Mi nombre es Allison Lovelace -dije imitando la voz de Ashley- Y soy de Londres. Fíjense mi hermoso pelo -comencé a mover el pelo al tiempo que se escuchaban varias risitas- Y mis hermosos ojos azules. -dije señalando mis ojos mieles- Me encanta el rosa. -sonreí al tiempo que casi toda la clase se reía (claro, menos las fresitas)- Y por supuesto, mi papi es un súper empresario. -terminé mientras sonreía ampliamente.

-Pero aquí no hay ninguna Allison Lovelace -dijo el profesor mirándome con detenimiento.

-Oh, claro que no lo hay, profe. -el me fulmino con la mirada- Ahora, de enserio. Soy Katherine Styles y soy de Holmes Chapel. -sonreí mientras Dr. Calvin negaba con la cabeza y seguía pasando lista.

Una hora después de la introducción de los temas y más cosas que no escuche sonó por fin el timbre del cielo.

-...para el lunes. -termino el profesor y salió de la clase con sus cosas.

-¿Qué dijo? -le pregunte a Sophie.

-Que para el lunes tenemos que tener la tarea lista... -soltó una risita y salimos de aquella habitación.

Recibí varias miradas con muecas y algunas sonrisas por parte de mis compañeros de clases. No entendí por que me miraban así hasta que Sophie me susurro:

-No debiste burlarte. Ella es muy... Mala. No es como las otras perras de su escuadrón. Ella piensa. Y tiene mucho poder por aquí. No será fácil... -hizo una mueca.

-Ya he lidiado con ese tipo de chicas antes. No te preocupes. -sonreí al tiempo que iba a mi nuevo casillero.

Lo abrí y metí mis libros. Me fijé en mi horario que me tocaba en mi próxima clase. Tome mis libros de Biología y me encamine hacia la clase. Todavía faltaban unos minutos para empezar y para que tocara el timbre pero quería tener un buen lugar. Me senté en uno de los bancos al fondo de la clase y saque mi pequeño cuaderno/diario íntimo. Garabateaba unas cuantas palabras cuando siento como una persona se sienta al frente y carraspea.

-No necesito levantar la vista para saber quien es. -fruncí el ceño mientras seguía con mi cuaderno cambiando de página- ¿Puedes buscarte otro lugar?

-No, aquí estoy cómodo. -respondió Michael mientras golpeaba mi mesa con su bolígrafo- ¿Que haces?

-Nada que te importe.-suspiré mientras seguía con lo mío.

-¿Que escribes? -preguntó inclinandose para poder ver.

-Nada. -tape rápidamente lo que estaba escribiendo y guarde mi cuaderno debajo del banco.

-¿Que te pasa? ¿Por qué estas tan... Enojada y cortante?

-Porque si. -le respondí.

-¿Hice algo?

-¿Por qué haces tantas preguntas?

-¿Porque si?

-¡Déjalo!

-¿No?

-Date la vuelta -lo empuje al tiempo que la profesora aparecía por la puerta haciéndonos callar a todos.

Oh, no. Esta sería una laaaarga jornada.

Heartache On The Big Screen (Michael Clifford)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora