Capitulo 17: El chino se enojó y Shopping

26 3 0
                                    

LEER HASTA EL FINAL (si,si, la nota también aunque se que a nadie le gusta.

*************************************

Llamamos a un taxi para que nos venga a recoger y nos lleve al Westfield London. El taxi paro justo en frente nuestro y las tres nos subimos.

-Al Westfield London, porfavor.

El chofer asintio y comenzo a conducir rapidamente. Pum, salto, pum, salto, pum, salto. Era un milagro que no haya vomitado todavia con la velocidad a la que iba el chofer.

-¿Puede reducir la velocidad? -pregunto Maya al tiempo que se tapaba la boca.

O el conductor no entendio, o entendio pero siguio sin bajar la velocidad. Mire al señor y me di cuenta de que era chino.

-Es chino, no entiende. -ellas asintieron.

-Chenior, bajar velochidad. -dijo Sophie intentando hacer que bajara la velocidad.

El chino miro por el retrovisor pero no dijo nada y siguio andando, hasta que llegamos al shopping. Sophie saco su tarjeta y apreto unos botones. El chino miraba la pantalla que estaba a su lado.

-Shenme shi diyu, ni zai ganshenme, ni zhege xiao bendan, rang wo gaisi de xiaofei!!!

-¿Que esta diciendo? -pregunte sin entender ni J ni G.

-DEJEN MI PROPINA. CHO TRABAJAR DURO Y UTEDES NO ME DAR TIP. UTEDES ***** **** ***** **** *****

-¡EL CHINO SE ENOJO! BAJENSE BAJENSE -grito Maya mientras abria la puerta y se bajaba corriendo.

Luego de correr hasta la entrada del shopping más o menos y, escuchando los gritos del chino atrás, nos detuvimos a respirar.

-Debe ser pariente de Calum. -soltó Sophie de la nada y las tres reímos.

-¿Los chinos siempre son tan....? -pregunté

-¿Chinos? -sugirió Maya y asentí.

-Vamos, potatas, que la fiesta es en tres horas y recorrer esto nos llevara una y media más otros treinta de vuelta contando el tráfico y nos queda una hora para prepararnos. -Wow. Señoras y señores, niños y niñas, perros y gatos y potatas, aquí Sophie Bells, la próxima matemática. - Deja de quedarte mirando el cielo con esa expresión rara que haces y vamos. -me jaló de la mano y entramos al shopping.

Mirábamos las vidrieras sin mucho interés hasta que Maya nos detuvo y señalo un vestido corto con escote corazón negro y cascada violeta. Era informal, sencillo y lindo. Ella entro a la tienda y le pidió a la empleada el vestido y luego entro al probador. Después de unos minutos y, probándose unos tacos negros, salió y dio una vuelta.

-¿Que tal me veo? -preguntó y Sophie y yo nos miramos y aplaudimos.- Entonces este será.

Volvió al probador y después de un tiempo volvió a salir con el vestido y los tacos a mano. Los pagó y salimos a buscar los dos vestidos restantes.

-Ahi hay una tienda de vestidos, ¡entremos!

Maya nos arrastro adentro del local y luego eligió varios vestidos para nosotras. La mitad se la dio a Sophie y la otra mitad a mi. También nosotras dos miramos y tomamos un par más que nos gustaran a nosotras.

Me probé el primer vestido: ajustado al cuerpo con brillos plateados y muy corto. Salí del probador junto a Sophie, que llevaba uno rojo al cuerpo también corto. Maya negó y nos volvimos a probar. Esta vez me probé uno negro escote en V. Salí. Sophie tenía uno azul marino. Recibimos el No. Volvimos al probador. Estuvimos así por veinte minutos hasta que Sophie encontró EL vestido y a mi no me quedaron más para probarme.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Apr 04, 2015 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Heartache On The Big Screen (Michael Clifford)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora