EL REENCUENTRO DE UNA PROMESA

CAPITULO XVII

SIENDO SINCERA NO PUEDO CREER LO RAPIDO QUE PASO LA SEMANA, HOY ES DOMINGO,

ME PONGO TRISTE DE SOLO PENSAR QUE HIYBDE ACABA EL MARATÓN

NUNCA PENSE QUE ESTA HISTORIA TUVIERA TAN BUENA RECIBICIÓN, ESTOY MUY AGRADECIDA, ESPERO QUE LES ALLÁ SACADO UNA SONRISA OH AL MENOS QUE LES ALLÁ GUSTADO

COMENCEMOS

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Era el primer día que pasaban en la mansión, todo estaba de maravilla, una mañana hermosa, el cielo despejado, tan azul y tan brillante como hace tiempo Londres no lo había visto

Scorpius abrió lentamente sus hermosos ojos verdes que estaban empezando a despertar, una vez al enfocar su vista se estiró aun tratando de ubicarse y entonces recordó donde estaba, con mucho cuidado bajo de la cama, se puso sus zapatos y estiró su cama como buen niño grande que era

Abrió la puerta viendo el gran pasillo de la mansión, podía ver el brillo que entraba y era más por sol de la mañana, exploró un rato tratando de encontrar el camino a la cocina

En eso vio a unos seres caminando por todo el lugar limpiando y ordenando cosas -Joven amo, buenos días- dijo una elfina al ver al pequeño ya despierto

Scorpius la miro y sonrió reverenciándose -buenos días- dijo feliz mostrándole una tierna sonrisa

La elfina se sorprendió y es que era común que los amor de alto rango los ignoraran y más los herederos al ser la siguiente generación, pero prosiguió -El joven amor ¿Desea algo?- dijo mirando a su pequeño amo

Scorpius se quedó mirando y una voz de una mujer habló-Por el momento no gracias- La elfina comprendió y se fue desapareciendo dejando un puf

Scorpius se sorprendió por su desaparición y volteó tratando de encontrar aquella voz y vio a la responsable y sonrió tiernamente -Veo que mi nieto le gusta despertarse temprano- dijo sonriendo

Scorpius se sonrojó y solo junto sus manos -No realmente pero quería conocer más la mansión- dijo feliz de aquello

Narcissa soltó una gran risa y agarró la mano del pequeño -Estoy segura que te gustara y se dónde llevarte - dijo feliz mientras iba de la mano

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Draco abrió sus ojos tratando de concentrarse donde estaba, una vez ya recordó y se ubicó se estiró, despertó con una sonrisa ya que realmente extrañaba aquella sensación de ser despertado por un elfo doméstico y no por el incesante ruido de un despertador

-Buenos días amo Draco, hoy el día está soleado y su madre la madame Narcissa los está esperando para desayunar- dijo el elfo reverenciado al ver al patriarca

Draco sonrió estirándose -Muchas Gracias, dile que iré allá en un instante- dijo mientras miraba cómo el elfo desaparecía

Draco suspiro descansando realmente extrañaba sus lujos, después de todo el colchón que era del mejor material y más las sabanas de algodón egipcios eran sin duda lo mejor de todo esto

Con paciencia y una gran sonrisa salió de su cuarto dirigiéndose a la habitación de su hijo

Pero grande fue su sorpresa al ver que su hijo no estaba en ella, ni siquiera su ropa se había cambiado, no estaban sus pequeños zapatos por lo que intuía había bajado

Draco salió en busca de su hijo pero en eso una elfina lo vio -Disculpe amo Draco, el pequeño Scorpius el heredero está en el jardín trasero con madame Narcissa- dijo para después desaparecer