EL REENCUENTRO DE UNA PROMESA

CAPITULO VII

-NO PUEDE SER, EXIJO ENTRAR A MI BOVÉDA-

Todos los que se encontraban en el banco de Gringotts saltaron por el repentino grito pero cuando voltearon a ver el responsable del grito, rápidamente lo ignoraron, algunos pusieron una mueca de miedo y otros empezaron a susurrar cosas hirientes sobre la persona

-discúlpeme... -dijo el elfo que trabajaba en ese lugar

-Draco... Draco Malfoy-

Los elfos que estaban a lado del que lo atendían y algunas personas cercanas sintieron escalofríos por ese nombre, pero a Draco no le importo

-Sr. Malfoy, no lo puedo dejar pasar, pues esa Bóveda ya no es de su propiedad-dijo seriamente

Draco no podía cree lo que escuchaba, sabía que durante la guerra le habían quitado todos sus bienes, lograron rescatar la mansión pero no sabía que entre las cosas que perdieron fue la bóveda Malfoy

-es que no puede pasar esto... necesito entrar ahora-dijo Draco rápidamente implorándole al elfo

El elfo iba a contestar cuando una voz sobre salió

-¿Puedo saber que sucede?-

Draco volteo y sus mejillas se sonrojaron pero trato de que no fueran perceptibles, pero con el ceño fruncido camino rápidamente hacia esa persona

-Potter quiero saber porque no puedo entrar a mi Bóveda-dijo seriamente y viéndolo fijamente

Harry vio fijamente a Draco-Draco como bien sabes, todos tus vienes se las quedo el ministerio, yo no puedo hacer nada-en la voz de Harry se escuchaba arrepentimiento

-Pero tú... pero tú eres el gran "héroe del mundo mágico" de seguro puedes hacer algo-dijo desesperado

Harry miraba esos ojos grises a punto de llorar, nunca en su vida había visto a Draco de esa manera -¿para que lo necesitas?-dijo más para saber cómo ayudarlo si podía con otra cosa lo haría

Draco puso una mueca de desagrado -no te importa Potter-

Con esas palabras Harry supo que Draco no había cambiado así que no contesto y decidió irse del lugar dejando a Draco con sus problemas

Draco se quedó sin palabras como Potter se iba sin inmutarse y a lo lejos vio a su esposa que agarraba de su mano al pequeño primogénito de Potter eh iba cargando a su segundo hijo, al parecer ya había nacido en eso la voz de un elfo lo saco de sus pensamientos

-Entonces... ¿Qué va hacer?-dijo el Elfo que esperaba por la respuesta de Draco

Draco soltó un suspiro pesado –quiero sacar un préstamo-dijo viéndolo seriamente

El elfo lo miro eh hizo los trámites correspondientes – ¿a nombre de quién?-dijo el Elfo

-Pansy Parkinson-dijo

Y al final le dieron el dinero como préstamo, ya después le explicaría a su amiga lo que hizo pero sabía que ella saldría de esto con un simple suspiro.

Con cansancio y fastidio se dirigió a su casa

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Ya habían pasado 4 meses del nacimiento de Scorpius y podía decir orgulloso que es un pequeño muy curioso, risueño, ese pequeño le trajo la felicidad que les faltaba, gracias a él obtuvieron más de lo que esperaron

Pero después del primer mes de vida de Scorpius todo se fue en picada y no se refiere al dinero ni a la familia, se refiere a la salud de Astoria, durante los primeros día parecía no había nada parecido a lo que decían de la maldición de hecho estaba radiante

Cargaba a Scorpius con amor y devoción pero una vez las semanas pasaron Astoria ya no podía pararse, estaba agotada, vomitaba, estaba pálida todo el tiempo y de hecho no se podía levantar, pero esa sonrisa que tiene cuando tenía en brazos a su hijo era algo hermoso

Draco entro al cuarto y vio la escena que siempre quiso ver, en sus sueños más bellos se lo imagino, Asteria estaba en una mecedora mientras en sus brazos estaba Scorpius viéndola con esos hermosos ojos verdes

-Es hermoso-dijo Draco viendo a su esposa

Astoria le dio una sonrisa mientras le pasó a Scorpius y ambos lo veían adorándolo, después de todo... lo habían hecho con mucho amor y lo esperaban más que nada, poco a poco empezó a caer dormido y Draco lo coloco tiernamente en su cuna

Astoria conocía mejor que nadie a Draco -¿Qué sucedió?-dijo con esfuerzo al respirar

Draco paso sus manos por su rostro viendo a su amada –No me dejaron entrar a mi bóveda... tuve que pedirle un préstamo a Pansy-dijo mirando al vacío

Astoria con las pocas energías que tenía abrazo a Draco y le dio un tierno beso en su mejilla – No fue solo por un préstamo ¿verdad?-dijo mirando los ojos verdes de Draco 

Draco soltó un suspiro realmente nunca había conocido a alguien que lo conociera tanto pero entonces su esposa toco a su puerta y eso lo hacia sentir vulnerable -No-dijo sin mirarla a los ojos 

Astoria rio muy bajo pues conocía a su esposo, Draco paso saliva y la miro -Fui por el collar familiar de los Malfoy-dijo tranquilo -Por derecho Scorpius lo merece y... mi madre te dará el suyo como futura heredera de la familia-

Astoria lo miro y sonrió, ella conocía perfectamente aquellas reliquias pero también sabia del gran valor que estas tenían, por esa razón Draco invento lo del préstamo, Astoria beso la frente de Draco -Tranquilo, todo se arreglara-dijo mirándolo con ternura y una sonrisa que harían que todo se iluminara

Astoria estaba jugando con el cabello de Draco –Cariño, tengo algo que pedirte-dijo mirándolo tiernamente

Draco la miro y beso sus manos –Dime que deseas y lo tendrás ante ti-dijo sonriendo

Astoria rio y lo miro tiernamente...

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-Querida, Estas realmente segura-dijo Draco preocupado de que Astoria se sintiera mal, oh algo le pudiera suceder

Esta lo miro y le sonrió y una linda carcajada salió–No soy de cristal, sé que me veo débil, pero unos cuantos escalones no me detendrán-dijo viéndolo con cariño

Draco paso saliva y rápidamente la llevo a la sala donde estaba todo preparado –Bien señor, preparado-dijo el pintor viendo a la familia

Draco dejo a Astoria y trajo a Scorpius, el bebé quedo en brazos de Astoria y Draco atrás de ella protegiéndola, primero fue una foto familiar y después el cuadro, donde se quedaría en la mansión como los próximos monarcas

Asteria volteo a ver a Draco y sonrió –Cariño, sé que no falta mucho para que mi ausencia se note-dijo mientras se limpiaba una lagrima, por eso pedí esto, cuando mires ese cuadro y esa foto... quiero que sonrisa-dijo besando la mejilla de Scorpius

Scorpius soltó una tierna risa, pero Draco se podía mirar triste y solo abrazo a su esposa, Astoria sonrió- Gracias-dijo mirando a su esposo con ternura

Draco se sonrojo al ver a su amada, él era el que debería de darle las gracias, se acercó a su oído –No, gracias a ti-dijo besando su mejilla

Draco daría lo que fuera, daría su mansión, su fortuna, su apellido con tal de detener el tiempo y vivir por siempre es ese recuerdo, en ese lugar y jamás irse, porque si hubiera sabido que su amada se iría poco después, jamás la hubiera dejado... simplemente jamás la hubiera soltado

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MUCHAS GRACIAS POR LEER ESTA HISTORIA, ESPERO LES VAYA GUSTANDO 

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